AUSENTE
Mi espíritu, hambriento de dulces irrealidades,
reclama el tiempo que no le presté.
Con dudas por su presencia, temeroso de la flagrante realidad,
camina de frente como oleaje roto.
Conversaciones robadas,
a un alma sin voz.
Actitudes que reivindican perenne personalidad,
vagan perdidas y olvidadas en áspera niebla.
Irrepetibles palabras que suscitan sensación,
como leve brisa fresca en calurosa noche de agosto,
dejando tras de sí su dolorida marca empañada de delicado aroma.
Coherencia en tu humilde gesto, sereno como tú;
amnésica del pasado, alerta en el presente, ilusionada por el porvenir.
Y así vivir, en frágil paralelismo,
por siempre anexo a ti.
22.11.2006
José Ramón Turpín Tomás