El San va lentín. Por Ana Mª Tomás

El San va lentín

El San va lentín. Por Ana Mª Tomás

   Que sí, mamá, que sí, que llegamos a tiempo de la cena, pero ya te adelanto que San va lentín, yo creo que cojea más de la cuenta, quizá sea un ataque de reuma, de artrosis… o vete tú a saber de qué, el caso es que cojea el pobre como no te imaginas. Y no, no vengas diciéndome que ya me advertiste que por su edad yo iba a tener problemas. Una y mil veces te volvería a decir que lo elegiría a él entre cien. Si yo pudiera encontrar las palabras justas para hacerte comprender cómo me ama…, cómo me protege, cómo está pendiente de mí… con qué alegría me acompaña sea a donde sea que yo haya planeado, ni una pega me pone jamás, incluso si está cansado o prefiere echarse una cabezadita renuncia a ello y consigue estar preparado antes que yo misma.

   Que sí, mamá, que te admito que me digas que San va lentín, pero no que le culpes a él de que lleguemos tarde, porque tarde no vamos a llegar. Y si lo hacemos será más por culpa mía que porque él vaya cojeando y lento.  Además, yo todavía ando poniéndome la pestaña, vamos que es un decir, porque con mis ojazos no necesito pestañas postizas, pero es una forma de hablar cuando se anda de trapicheo con  el arreglo personal, las cremas y la laca para el pelo. ¿Y crees que San me mete prisa a mí? Pues no, y eso es muy de agradecer porque en esos momentos, la prisa sólo puede hacerme tropezar y caer, o que tarde más en encontrar lo que busco. Que hay cosas en las que San no me puede ayudar, sencillamente porque quiero hacerlas yo misma y no me gusta que nadie meta sus manos en mis cajones. Mientras, él se queda medio tumbado en la cama mirándome hasta que termino y de un salto viene a abrazarme para espantar mis miedos y confirmarme que no podría estar más guapa.

   Bien sabes, tú mamá, lo que he sufrido por amor, que ya es tener mala suerte que los dos novios formales que tuve se enrollaran con dos amigas mías, que no sé ya si desistir de tener novios o malas amigas. Yo creo que Cupido, en lugar de ir tirando flechitas por ahí, estando más ciego que un pez de escayola, debería dedicarse a jugar a la gallina ciega con una caña y una cucaña. Y como te decía, con todo lo que he sufrido por amor, descubrir con San este amor… hace que me sienta como si flotase en otro planeta. Porque sí, mamá, porque sé que este amor es diferente y para siempre. Y no, no me vengas ahora con el que como es viiiiejo… no va a tener tiempo de traicionarme. Que no, que sé que este amor es definitivo y para siempre. Y cómo me cuida, mamá, cómo. Anoche, sin ir más lejos, con las cuatro gotas que cayeron, llegue con los zapatos empapados. Pues antes de que terminara de cerrar la puerta ya me esperaba con las zapatillas calientes de casa, y en cuanto me senté en el sofá le faltó tiempo para abrazarme y darme calor con su cuerpo.

   Qué quieres que te diga, mamá… lo amo. Lo nuestro fue un amor a primera vista, jajajaja, bueno, entiéndeme, el que este ciega no quiere decir que no lo vieras con los ojos del corazón que son los que importan finalmente. Y claro que fui consciente de que era mayor y de su ligera cojera, bueno, de eso no tanto, es verdad, pero me lo advirtió su adiestrador. Sin embargo,  en cuando me puse junto a él… mi corazón lo aceptó como mi perro guía y supe que no lo cambiaría por otro más joven y de más garboso caminar. Creo que más que elegirlo yo, fue él quien me eligió a mí. Ya no hubo que hablar ni una palabra más.

   Así que mamá, no rezongues más con que no llegamos, no llegamos. Mi San va lentito, pero seguro, y te garantizo que, en menos de quince minutos, estamos en la mesa, bueno, estaré yo, claro, San me esperará tumbado en la alfombra del salón hasta que esté dispuesta para el regreso y, como solemos hacer habitualmente, yo caminaré a su paso sintiéndome afortunada y sé que él también se sentirá igual. Porque, mamá…  has pensado la cantidad de perricos que tendrán que caminar al paso de otras personas, con toda seguridad, menos agradecidas y amorosas que ellos. Pues eso, que enseguida estamos ahí.

Ana Mª Tomás

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Un comentario:

  1. Este San Valentín tiene amor, paciencia y principalmente , buen humor, a festejarlo con amplia sonrisa.
    Un largo abrazo
    Betty

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