Publicidad en el cielo. Por Brujapiruja.

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El exceso de información esta llegando a ser agobiante. Tenemos publicidad a nuestro alrededor inundando todos los espacios, sin dejar descansar ni el consciente ni el subconsciente un segundo.
No sé si realmente sirve de algo, porque la saturación es tal, que el cerebro se protege del mismo modo que llegamos a no escuchar aquellos ruidos repetitivos que no nos dejan dormir o descansar.
Hace unos días me encontré, con gran sorpresa, dos pantallas en el mostrador de mi estanco habitual. Los escasos 5 minutos que permanezco en el establecimiento también se utilizan para ofrecerme más… y más cosas.
En la puerta al entrar, en el mostrador, en las vallas de enfrente, en la carretera colindante, en el folletito que te dan cuando paseas. En fin, por doquier, imagino que todos sufrimos el mismo acoso. Hace años alguien me dijo que terminarían utilizando el cielo. Y que razón tenia, las avionetas también nos tapan el cielo, aunque, por suerte, aún podemos disfrutar del infinito azul… a ratos.

Brujapiruja

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Ceo del Portal Canal Literatura

Un comentario:

  1. Andrés Borbón

    Tienes toda la razón. Acá donde vivo, en la ciudad de México, sucede algo semejante. La publicidad nos come a cada momento, obstaculiza nuestra vista, nuestros oídos. Poco a poco, los sentidos se van llenando de anuncios, de consignas, de recetas, de máscaras contra la realidad.

    Gracias.

    Andrés.

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