Abrazarte. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Abrazarte,
por la noche
mientras yaces.

Abrazarte,
por detrás,
mientras trabajas
(es tan lindo
ver tu ternura
sujetando las
gafas de vista
cansada).

Abrazarte,
el sexo mientras
me habitas,
delirante,
como un
animal sagrado.

Abrazarte,
las lágrimas
que nunca
derramas y
que te
lamería hasta
mutarme en
pez.

Y abrazarte,
fuerte,
muy fuerte,
hasta sentirme
huérfana
(de piel y de
huesos)
cuando,
dormido,
me dejas para
darte la vuelta
en la cama.


Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»

Blog de la autora

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