Serengeti. Por Usue Mendaza

Serengeti

 

    Hoy mismo hace los años que decidimos marcharnos de safari al Serengeti. Hacía mucho tiempo que no desempolvaba de los cajones las fotos, maravillosas por cierto, con las que ilustraste nuestra aventura. Recuerdo la imagen de un sol poniente medio triunfal que se adueñaba de la paz intrínseca de la llanura; recorríamos con el 4 x4 conducido por el guía un camino, en apariencia tranquilo, pero en el que nunca debíamos haber bajado la guardia. Recuerdo también el cielo algodonado, los colores azules, rojos y amarillos de las intensas jornadas diarias, la primera tienda de campaña que tú compraste con tanta ilusión y nuestras conversaciones nocturnas en ella (durante el día nos embelesaba todo tanto que casi no intercambiamos media palabra); y por supuesto me acuerdo de las dos jirafas que incondicionalmente nos acompañaban y que corrían, despavoridas, a la par que nuestro land rover alquilado.

    Jamás te diste por vencido cuando yo renegaba, refunfuñona, de este viaje hasta que a regañadientes me terminaste convenciendo. Al fin y al cabo, no teníamos hijos a los que cuidar y por suerte los dos contábamos con trabajos que nos permitían ese tipo de lujos. La verdad, y pensándolo bien, nunca habíamos dado rienda suelta a nuestros proyectos e ilusiones y ni siquiera pudimos disfrutar de una luna de miel como Dios manda por tu trabajo. Así que tiramos la casa por la ventana. Si al menos pudiera haberte convencido para viajar a un lugar más apacible y tranquilo como a New York o a París. Si al menos no hubiésemos bajado en ningún momento la guardia o el guía hubiese estado ojo avizor. Desconocíamos que las fieras siempre acechan y que además aprovechan sin miramientos el mayor descuido.

    Ahora vivo con la culpa, mala consejera, adueñándose de mí. El otro día tiré a la basura todas las revistas y folletos que me recordaban a nuestro safari. ¿Sabes? Hoy hace los años que decidimos viajar a Tanzania y aunque me arrepiento de esta decisión, reconozco que nunca te había visto tan feliz. No sé si felizmente pero al final siempre termino durmiéndome en tu sofá preferido con las fotos desperdigadas por todo mi cuerpo cayéndome una lágrima por mi pómulo pero también esbozando una medio sonrisa en tu memoria. Y me siento un poco más aliviada.

USUE MENDAZA

Serengeti

 

Usue

Nace en Vitoria-Gasteiz en 1975. Titulada en Secretariado de Dirección por la Universidad de Deusto, Bilbao (1993-1996). Habla Inglés y Alemán . Aprende Francés. Siempre ha sentido curiosidad por el mundo cultural pero a sus 33 años despierta especialmente un enorme interés por la Poesía y por la Literatura. Con el Liceo Poético de Benidorm, de la que fue integrante, participa, además de en numerosos recitales por toda la provincia de Alicante, en la Antología VOCES EN AZUL con la Editorial Germania. Ha colaborado en el libro antologado DEL SILENCIO AL TEATRO DEL PARNASO, disponible en Amazon, en homenaje al poeta modernista hondureño Juan Ramón Molina, amigo de Ruben Darío. Están también sus letras en la Edición cuaderno impreso de 2012 y en la electrónica de Agosto de 2013 en DOS POEMAS Y UN CAFE, edición de J. SEAFREE. Escribe asiduamente reflexiones, relatos, artículos etc, para Canal Literatura y para su blog usuemendaza.wordpress.com. Actualmente reside y trabaja en la ciudad de Granada.

Un comentario:

  1. Como me gustan estas historias que nos cuentas, siempre regogiendo sentimientos y reflexiones que hacen que nos detengamos a pensar un poquito sobre palabras o acontecimientos.
    Un abrazo Usue.

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