Sin ti. Por Anna Genovés

 

 

Sin ti no hay nada…

Sólo bloques de hormigón

almanaques que pasan sus hojas sin prisa ni pausa

muchedumbre que se mueve entre el asfalto

como una marea humana

taconazos de baile desparejo

que musitan en mi oído tu danza acuática.

El río de tu boca, el alma de tu fragancia

la sinuosidad de tus pupilas grises

y las montañas que no se alcanzan

las rosas carecen de matices

cuando te alejas de mis manos

sin mis besos y abrazos

sin mis caricias y palabras.

Mi vida se torna fría, mi vida corre

por latitudes insospechadas…

Si no estás a mi lado

aparezco en callejones de frágil satén, disfrazada

enroscada entre capullos de malvavisco

y semáforos en ámbar

luces intermitentes que me desahucian

inminente mi muerte, inminente mi causa.

Vivo para verte, para mirarte en los espejos

esos que despliegas ante tus ojos

esos ojos que me hechizan y me envían al cielo

el cielo no es azul, se ha tornado rojo

rojo sangre, aunque mis venas se endurezcan

y mi corazón no lata, aunque

mi alma se difumine por el blanco de nuestra casa.

Sin ti no hay mañana

porque moriré de tristeza

vagando por las calles de mi España

de mi acabada, España…

Las pendientes serán cruces y las bajadas charcas

cubiertas de barco que se quedó en la mar brava

que navegó por los  mares de este mundo

sin rumbo fijo y sin vela cándida.

La tuya fija el rumbo, hierático

que me devuelve a este cuerpo sin habla

solitario cuando te marchas

parco de palabras y movimientos

parco de sensaciones y de olores frescos

parco de ver pasar los días claros y diáfanos

y las oscuras noches sin alba.

Me voy, con mi país, al barrizal de la nada

a ese lugar por donde caminan los olvidados

a ese lugar donde viven los no amados

a ese lugar en el que sólo el viento habla.

Anna Genovés
16/08/2013
Blog de la autora
Derechos reservados a su autora
Ana M.ª Genovés Badenes
Sol. Prop. Intelectual
V-1870-12

anna

Valenciana de nacimiento y ecuménica de pensamiento. Tengo alma de poeta y mi corazón está tuerto. Funambulista de la vida, mis ojos ha visto innumerables historias y mis dedos han tecleado todo tipo de cuentos... Tantos como años tiene Caronte. Soy disléxica y disgráfica como John Irving, Roberto Bolaño, Wendy Wasserstein o Scott Fitzgerald... Y, millones de personas, a las que les cuesta aprender idiomas o confunden, por ejemplo, "niño" con "nicho". Pese a ello, tuve la suerte de ir a la universidad y licenciarme en Historia Antigua y Arqueología/Prehistoria. Colaboro en distintos medios digitales. Escribo cuando me inspiro y soy bloquera a ratos. He publicado dos novelas: Tinta amarga y Bovary 21. Habrá más: os lo aseguro. Van rulando por los cajones y me piden salir a la luz.

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