Entró al supermercado, como otros sábados, ya avanzada la tarde, y respiró con placer el fresco aire climatizado que la envolvió desde su ingreso al gigantesco edificio. Tomó un carro de los más grandes y dudó si le alcanzaría para toda la mercadería, porque haría compras para una semana entera. (más…)
Me desperté con su luz, estaba tan cerca que parecía el mismo sol, tan cerca que creí tocarla.
Estaba preciosa, mucho mas que cualquier otra noche. Quizás porque la tenía justo delante de mis ojos y no había ningún obstáculo que entorpecía esa hermosa visión. (más…)
Y el verbo se hizo carne
y vivió entre nosotros
Juan 1:14
La vida era la luz de toda la gente
Juan 1:4
Un sordo estertor de libros fue lo primero que Ana y Carlos escucharon al abrir la puerta de su casa tras unas largas vacaciones. (más…)
El caballero sufría el agobio del sol de julio que, avanzada la mañana, se aproximaba al cenit. Cabalgaba en silencio por la árida meseta, sumido en pensamientos vagarosos. (más…)
¡No vayas a esa entrega de premios, Carmen! ¡No vayas! Te lo ruego.
Como era habitual, Raúl Valle se disponía a consultar las ediciones digitales de los diarios como preámbulo de su actividad diaria. Sin embargo, no era un día más, ese 2 de Mayo no era un día en el que esa consulta pudiera realizarse con el distanciamiento que suele adoptar aquél que sólo pretende ser un mero espectador de lo acaecido. (más…)
-Ya sabes. Tres noches seguidas como máximo. Una cama limpia, dos comidas calientes. No se puede más. Como tú, ya ves, hay un montón. Después puedes probar en los de San Juan de Dios. En Santa Clotilde, sólo una comida al día; por la noche tienes que buscarte el alojamiento por tu cuenta. Lo siento, hombre, es lo que hay por ahora. (más…)
Domingo por la tarde. Ella sentada en su sillón favorito, un gran sillón orejero que permanece paciente, siempre a la espera de que ella se acople en él con desparpajo, con el descaro de sentarse de la manera menos ortodoxa, (más…)
“Qué difícil y qué confuso es esto del vivir. Qué batalla más áspera, más dispersa y más absurda”. El hombre triste filosofa mientras pasea al perro, el sábado, a primera hora de la mañana. (más…)
No estaba satisfecho. Eran muchas las horas que estaba dedicando a ensayar aquel nocturno. Conocía la partitura perfectamente, podría decirse que técnicamente dominaba la obra. Sonaba bien, lo suficiente para que el público que asistiera al recital aplaudiera. (más…)
No le quedan hijos vivos y, de tanto llorar, sus ojos son de perra callejera, miran por descuido, se estrellan por insomnio permanente… (más…)