Con sentido Critico


Preñado de amor, ayuno de ira

Inmaculada Sánchez Ramos

 

 

 

Nazareno murciano, alegato de contenido calvario, bondad con mayúsculas, rostro preñado de amor y ayuno de ira. Expresión de renuncia, desprendimiento puro. Tribulación y dulzura, como si de un oxímoron se tratara, oxímoron que interpela. Dolor redentor, dolor constructivo. Mirada serena, mirada cautiva y cautivadora que transciende lo físico, que traspasa fronteras y tiempos. Mejillas cárdenas, ojeras hendidas, labios caídos, cansancio hasta la extenuación, testuz coronada por indolentes espinas, imagen que sobrecoge y exhorta, imagen que cuestiona e interroga.

 

Inquietante pregunta, ¿Por qué tanto dolor?,o… mejor…., ¿Por quién tanto dolor?. Y..sorprendente respuesta, ¿Por mí?, ¡¡¡no, no, no!!!, ¡no puede ser!. ¿Tanto valgo?,¿Tan digna soy?. Grandeza que mi mente no entiende y mi alma hospeda.  Misterio de infinito y acogedor perdón.

 

Nazareno murciano, entrañable y bendita imagen que congregas y unes, epítome de caridad, esencia de amor, ternura  y comprensión, benevolencia y paz.

 

                                  © Canal Literatura 2004