el gato de schrodinger

[argos]

EL GATO DE SCHRODINGER
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<BR>Observador, no hay realidad: se hace real al observar,
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<BR>Hoy me he despertado en plena noche como tantas otras veces. Eran las tres de la madrugada poco más o menos. El motivo ha sido una comezón asfixiante que ascendía del pecho al cerebro hasta tal punto que sentía que una presión de cientos de atmósferas lo oprimía, como si estuviera sumergido en las profundidades abisales del oscuro océano. Al despertar he sabido que esa presión no había sido un mero producto onírico sino algo real físicamente, pues un dolor en las mandíbulas me ha indicado que había estado apretando los dientes con una fuerza extraodinaria y continua. El sueño que provocaba la angustia ( o viceversa, la angustia que provocaba el sueño) tomaba la forma de un ente indeterminado - ángel, demonio o extraterrestre - que me acechaba a mi espalda y se cernía sobre mí lenta pero implacablemente. Ese atisbo de conciencia que nos dice que soñamos mientras estamos soñando me aseguraba que sólo era necesario abrir los ojos para acabar con la pesadilla, que estaba en mi mano despertar de forma inminente e iniciar ese período de desvelo que suele durar una tres horas y que concluye con una lenta somnolencia que me hace entrar en sueño otra vez pasado ese tiempo. Sin embargo, no podía hacerlo, paralizado por la sensación inequívoca de que el ser de mi espalda se acercaba pesadamente sobre mí para anunciarme que el misterio del universo iba a suponer mi muerte.
<BR>Finalmente, he abierto los ojos, como no podía ser de otra manera, y no me ha sorprendido ver las paredes blancas de mi habitación y el flexo en la mesita de noche. Todo normal. He tenido valor incluso para girarme y agarrarme a mi otra almohada que ofrecía un contacto más fresco que aquella en la que había reposado hasta entonces. He visto también el armario, que tenía la puerta abierta, tal como la había dejado al irme a dormir. En el interior del armario he distinguido vagamente, en la penumbra de la noche, mis camisas monocromas colgadas de sus perchas. He estado unos minutos intentando dilucidar si una de ellas era esa azul celeste que pensaba ponerme al día siguiente o aquella otra gris que todavía necesitaba un planchado.
<BR>He sabido que si yo bajaba los párpados la puerta se cerraría por sí sola. He cerrado los ojos. Cuando los he abierto la puerta se ha vuelto a abrir tan rápidamente que no he podido interceptarle ni un ligero movimiento, ni un ligero chirrido de los goznes.Sé que el mundo es otro cuando no lo miro. Sé que existen infinitos universos posibles que se hacen acto mientras duermo. En alguno de ellos el ser indeterminado que tantas veces habrá velado por mí me da muerte sin remisión, quizá para acabar con la existencia que le da la suya.null

[LuisBermer]

¿Es el solipsismo un producto del solipsismo? <IMG SRC="images/forum/icons/icon_wink.gif">

[KURICO]

cuando el miedo se funda en el equívoco de otra realidad...es, quizás, que la que sentimos no es tan mala......
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<BR>un beso argos