poema

argos · Mensaje por **argos** » 13 Sep 2006 23:42

Pactemos un contrato de amor
 aunque resulten ser estos conceptos
 contrarios en lo que connotan.
 De momento eres ilusión y sueño
 Pero se han conjurado cielo y tierra
 y la admirable combinación de todo
 de todos los milenios pasados
 y sé que existes, o sea eres,
 en algún lugar del universo,
 con forma necesariamente femenina
 para mí, que nací hombre.
 Prometo amarte más allá de tus pestañas,
 más allá de tu pelo y de tus pechos,
 aunque pechos, pelo y pestañas
 sean intrínsecamente
 la sabiduría del mundo y de ti misma
 que emana de tu mirada.
 Tú me amarás lo mismo: no renuncies a mi boca
 pero ama cuanto tengo yo de conciencia
 de ser misteriosamente humano.
 El contrato no es sólo vitalicio
 sino que contempla la posibilidad de prorrogarlo
 más allá del fin de nuestros días
 en una cláusula que reconoce
 que el mundo es incluso más extraño
 de lo que podamos imaginar.