193- Fin. Por Eraziel
Llueve en las baldosas de mis sueños Entre las sombras Apariciones sin rostro susurran nuestros nombres
Llueve en las baldosas de mis sueños Entre las sombras Apariciones sin rostro susurran nuestros nombres
Por esta calle surge inevitable el olor a sal ardiente aire que corona el sonido del invierno por este recto sendero de cristales bajamos muchas veces
Despierto con los últimos pájaros de la noche aleteando sobre el borde oscuro de mi vientre.
Niña mía, mujer mía, cada vez más bella. Con el cielo en tus ojos,
Entre luz y sombra el fin de tu suerte,
Quisiera ver el mar en cada uno de tus gestos. Quisiera ver la noche en el eco que dejan tus ojos
Por darme la inspiración Por sentir la emoción Por extraer de la vida, su esencia
CIENTOS de hojas rebanadas de un libro…. Tengo a mis pies… pues quiero hacerme un ungüento de palabras…
La recuerdo moviendo sus manos, hablando Ese gesto llevará en el tren y entregará en un pasillo.
Porque ahora las sirenas rompieron los tímpanos de los más débiles por un recuerdo reflejo, por un recuerdo casi en el tiempo, teniendo en frente la distancia entre la merienda y los indecentes.
Poema descalificado para el premio del público. Noche de silencio, regalo escondido que la Tierra le tiene por siempre al Sol. Fascinantes juegos de luces, cómplices todos, de los misterios que no podrá saber.
El overol sienta caballeros luce lindo en señoritas cuando no adelantan
Jugando, como siempre, a sembrar cosas momentáneas para ver si perduran.
a san fermin pedimos haz que el encierro traiga toros bravos
I – AMOR VIRTUAL Yo prendí de tu boca más virtual la rosa que te adorna, comisura