Icono del sitio IV Certamen Poemas sin Rostro

101- A flor de piel. Por Crisálida

(A Joqui, que tiembla si la tocan.)

Me encontré un día con esa forma tuya
de querer y de hablarme
como un impulso que se estremece
pronto a estallar ¡ahora!
a flor de piel.

En mi soledad deseo sentir ¡ahora!
el latido ardiente de tu corazón golpeando
firmemente, pero mansamente fluyendo
sobre mi cuerpo
como la caricia tibia de un río de leche,
a flor de piel.

Y sueño ¡ahora!
tus más hondos sentimientos, reflejados
en el oscuro espejo de la mirada
profunda de tus ojos, brillando
a flor de piel,
envolviéndome dulcemente, hermosamente vivos,
caballos de fuego de tu pasión,
con la fuerza y el latido, galopando
a flor de piel.

Mi soledad transforma tu ausencia
en el vago deseo de una caricia,
en el oscuro sueño de un baño
total y profundo en ese mundo tuyo
amagado de escalofríos
que se estremece,
que tiembla,
pronto ya a estallar
a flor de piel.

Y siento el galopar de tus caballos
briosos sobre un mar de margaritas,
y los oigo relinchar con coraje
ebrios de libertad
con la vida toda en el impulso,
a flor de piel.

Guarda esa forma de querer
y de hablarme – no me gustan
los silencios
– y te responderé como tú:
¡ahora! – no me gustan
los “siempre, jamás”
– con mi alma
a flor de piel.

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