112-El Guardián. Por Ainara Ayle

¿Dónde marcharán los patos
cuando los lagos se hielan?
Si vuelan o quedan rezagados,
si algún viandante despistado
los recoge en un camión gigante
y los lleva a algún lugar
donde aún existe el escalofrío
del pensamiento o de lo absurdo,
quedará esperanza de que el ser humano
no sea algo desprovisto de sentido,
vaciado, hueco y sin entrañas.
Si un guardián entre el centeno
aguardara todavía con recelo
los fríos inviernos de Manhattan
preguntándose dónde marcharán
los patos olvidados del estanque
y alguien respondiera sin encogerse o quebrarse,
sin recurrir a la burla o la ignorancia.
Si hablara sin permitir que la voz
falsa y mentirosa le arrebatase
lo que queda de verdad en sus palabras,
si se arrugase al escuchar
el llanto dolorido del guardián,
quizá entonces, todavía
podría existir la infancia o la inocencia.
Pero nadie escucha ya su voz,
nadie sabe a dónde van los patos
//y tampoco se cuestiona su destino//
cuando los lagos se hielan.
Prefieren esconder la réplica exacta,
la verdad de sí mismos,
en el grito, la humillación o el gemido,
señalar al culpable del sueño,
hacer de lo cierto una quimera,
esconder el rostro y seguir andando
ahogando la respuesta
en nada, en la materia de una realidad creada
por la ausencia, el llanto o la apatía.

–Falso, todo es falso—
la voz de éste o de aquel otro,
pero no se percatan y aúllan
//como lobos// su desgracia que no conocen,
ni han visto, ni lograrán comprender nunca
porque alientan sin sentirse
y rezan sin saber a quién alaban,
y lloran sin que sus lágrimas lleguen a tocar el aire,
y aplastan con los puños sentimientos,
y encadenan sus miserias a situaciones improbables,
a un imposible dotado de sentido,
a un olvido que ni siquiera recuerdan.
Arranca el alba y el guardián atesora
la respuesta de una niña que no es niña,
que contesta más allá de la mirada,
que huele a jazmín y a viento
que estremece, que se agita, que adivina
que cuando los lagos comienzan a helarse en Manhattan
la existencia perece y nada que no sea nada le sobrevive.
Ni los patos.
Ni el guardián entre el centeno.
Ni la escarcha.

22 comentarios

  1. Arranco y dije que este plagio, me terminó gustando bastante. saludos!

  2. ¡Gracias! Aunque de plagio sólo tiene el nombre y los patos 🙂
    Me alegro de que te haya gustado.

  3. El mejor sin duda. Aunque soy neofita en la materia, el gusto es universal.

  4. Poema 112 (como el número de emergencias) y ahí voy a tener que llamar, enhorabuena me ha gustado 10. Desde aquí le animo a que siga escribiendo más o publicandolo para poder leerlo.

    Saludos Ayle!

  5. Me ha gustado, sí señora!!! He de reconocer que lo he tenido que leer dos veces….pero me ha encantado!

    Enhorabuena Ayle!

  6. Miles de gracias Beayro, Tatiana, Leandro…

  7. Sin duda….genial!! Enhorabuena y por supuesto ánimo para que sigas deleitándonos.

    Saludos Ayle!!

  8. Paso a devolverte tu amable visita a mi Oda al suicida…Gracias y suerte.

  9. Pues si señor, espero sinceramente que triunfes en el complicado mundo de la escritura. A los que nos gusta leer buena literatura te lo agradeceremos.

  10. Ainara Ayle, !Tremendo poema¡ hay en él una fulguración interior impresionante; una armonía misteriosa que desencadena en una gran plenitud creadora; un universo cruzado por la fábula.

  11. Gracias Jaime, vall y Chiquitita, sin duda palabras como las vuestras animan a continuar escribiendo.

  12. Tu poema se referencia en una novela y plantea los mismo interrogantes. Nunca me han llegado los personajes torturados ni en el cine ni en la literatura. Tienden a la simplificación y se piensan el centro del universo. Gritar más no da más razón ni te hace más puro, tan sólo más ruidoso. Pero el poema está bien, aunque su mensaje queda un poco arcano para quien no haya leído el libro un poco periclitado (es mi opinión) teniendo en cuenta cómo ha evolucionado la sociedad (en el año 1951 la sociedad todavía era un poco ingenua comparada con la actual).
    Pero tiene fuerza el poema y calidad, así que te puntúo con un cuatro.

    Soy Juan Ballarín y mi poema es el nº 105. Estaría muy agradecido su pasaras a leerlo y me dejaras tu comentario (aunque sea para criticarlo no importa, pues es la manera de aprender) y además tampoco pasa nada si la crítica es dura,no me ofenderé, siempre que sea en terminos amables y razonados.

    Un saludo cordial y suerte en el concurso.

  13. Gracias por tu comentario Juan Ballarín. Aunque ya te he dejado un comentario en tu poema, quisiera hacerlo también aquí, esta vez con respecto a lo que me dices. Es cierto que mi poema surge del libro «El guardián entre el centeno» y aunque es una obra, sin duda, inocente, para mí es un pequeño milagro de la literatura. No creo que haya simplificación en la obra de Salinger, ni tampoco un grito que solamente provoque ruido. Al contrario, creo que lo que tú llamas simplificación es, precisamente, una profundización precisa en el alma de un joven que está desengañado con lo que ve a su alrededor, vaya, un joven como cualquier otro cuando es joven. Pero en fin, no a todos tiene que gustarnos lo mismo y eso es, quizá, lo mejor de la literatura 🙂

  14. alguien sabe dónde van los patos
    algunas lágrimas lleguan a tocar el aire
    y saben del olvido que ni siquiera recuerdan.. .
    entonces, como el guerdian,
    guerreros escuchan el secreto
    de la niña que no es niña,
    que contesta más allá de la mirada,
    que huele a jazmín y a viento
    que estremece, que se agita, que adivina
    .
    .
    .
    casi cansado de leer inspiraciones sin intensidad
    contento de encontrar algo qe vale la pena
    en el 112
    cargado de sentidos
    más de los qe pueden encontrarse
    a simple vista
    (definitimavente muchos más
    de los qe sabemos porqé
    le cuesta tanto captar a el
    (para nada hace falta haber leido
    la de salinger
    (los gritos habrán sido
    de su propio ruido mental?
    -sin ofender, pura sensación- neutra
    )
    brindo por su poema
    nunca déjese llevar
    por juicios
    ni de gentes
    ni de jueces de certamen
    confíe en su intensidad

  15. Es el tuyo un texto escrito con la pulcritud basada en la cultura personal, y con la intensidad que da el sentimiento.
    Te saludo y deseo lo mejor.

  16. Extrañamente no he leido «el guardian entre el centeno», pero no por ello puedo dejar de entender la historia que relatas, la cual creo que fluye a buen ritmo y con buenos recursos,.. aunque restaria algunos versos quizá demasiado largos… No siempre se pueden ajustar las palabras, lo sé. Felicidades, mi voto es un 3 y espero que tengas mucha suerte. Saludos!

  17. Quizás por el paralelismo con la novela, me resulta más cognitivo que visceral, mas original y, sin duda, muy interesante.

    te deseo mucha suerte.

  18. Gracias nk, Saverio, Maestrofabula y X por vuestros comentarios.

  19. Muy buen poema, amiga. Conozco los fríos inviernos de Manhattan…

    Enhorabuena!

  20. Gracias bob_George. Yo no conozco esos fríos inviernos, pero puedo imaginarlos 🙂

  21. Hola Aiana, gracias por tu visita. Tu poema me ha parecido interesante, pero tal vez, un poquito largo, lo que hace, al menos eso me ha parecido, que decaiga un poco la intensidad aunque el ritmo se mantiene constante. Pero, más allá de esa crítica, lo siento un muy buen poema.
    Saludos y suerte.

  22. Gracias por tu comentario Luvia. Quizá lleves razón y sí que hay partes un poco largas. La verdad es que me salió así y nunca pensé en retocarlo, pero es posible que se pudiera mejorar acortando algunas frases y reduciendo su longitud. De nuevo gracias y un saludo.

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