Tú eres el tren.
Yo el paisaje que corre
tras tu mirada fugaz.
efímera visión tras los cristales
con huellas de veloces pupilas.
El raíl cruel como el alba te aleja.
Un andén te espera, yo quedo atrás.
Me alzo en escalas de tristes espumas,
en olas de anchos campos invocantes,
en mareas de trigal que llora y arde.
Estéril grito que no te retiene.
Avanzas. Corres. Huyes.