26- Requisitos para trabajar en los centros comerciales. Por A solas

Para desplazarse a los centros, ya que se encuentran lejosde las residencias de los empleados, curioso, siempre lo están,

y por mor de los turnos en rotación obligatoria,

es necesario disponer de vehículo privado,

porque el público es público, pero no a todas horas y destinos.

Salvado el desplazamiento, una vez en el puesto de trabajo,

es condición obligada acreditar mente sana y cuerpo sano,

eso si, el rango de edad no puede superar los treinta y cinco años,

límite donde el joven, tal vez se hace mayor, tal vez.

A este fin, para que el estrés no atrofie o anule la razón,

es vital que guste el estilo de música,

y, en algunos casos, las cuñas publicitarias

que machaconamente, ocupan todos los rincones de las tiendas.

La relación entre la música y la pulsión compradora,

representa un gran misterio para mí,

y debe haberla, digo yo, pero se me escapa.

Ahora bien, para que música y dependiente,

unísonos contribuyan a un mismo fin sin distorsiones,

previamente se ha de instruir el oído,

instruir sí, creo que es el mejor modo de expresarlo,

 

escuchando las radios-fórmulas, nunca comprendí sus objetivos,

segundo misterio de este intrincado mundo comercial,

o en los mismos centros, consumiendo productos o simplemente tiempo.

En los periodos de estío, preferentemente en climas extremados,

es imprescindible estar vitaminado y mineralizado,

frente a la erosión globalizada del aire acondicionado,

plaga tecnológica con capacidad de destrucción masiva,

sin olvidar que en los meses de invierno,

es muy importante la práctica de baños calientes y fríos,

terapia de adaptación del organismo

a las diferencias de temperaturas exteriores e interiores,

y así prevenir, en ambos casos, el absentismo laboral,

que tantos quebraderos de cabeza produce

a los recursos humanos de las compañías.

En el ámbito conductual, de cara a terceros, hay que observar

un trato agradable mediante una comunicación

asertiva y empática, orientada a resultados,

una clara disposición de servicio,

cuerpo erguido y rostro sonriente, pero sin forzar,

en cualquier momento sobreviene un control «sbag»,

y siempre con el ánimo dispuesto a agradar al cliente,

es prioritario lograr que se sienta agusto, como en su casa,

aunque la verdad es que cualquier parecido

con un domicilio, es pura coincidencia,

nunca fumar o bostezar de cara al público,

y si no hubiese más remedio que toser,

pidiendo disculpas, se debe retirar,

volver la cabeza y taparse la boca.

Respecto de las cualidades físicas,

en su doble vertiente de salud y apariencia,

la primera es muy importante, pero sólo es valorable la segunda,

que en el mundo de la imagen poco importa el contenido,

sólo hay que ajustarse a los cánones prefijados,

bueno, también al vestuario de diseño que te proporcionan,

pero, ¿quién los fija?, ¿por qué estos y no otros?.

Otro misterio sin resolver, y van tres.

No tengo respuesta y si la tengo, me gusta menos.

Decididamente el dependiente márquetin no es lo mío,

mejor busco otro trabajo, mejor, mi perfil no encaja.

Un comentario

  1. Juan Ballarín

    Lo que no se le puede negar a tu poema es originalidad. Luego ya entraríamos en las opiniones sobre si es más poesía o más relato o más…lo que sea.
    No voy meterme en ese terreno. En cuanto al contenido, cargado de sutil ironía (y no tan sutil) sobre los métodos de las grandes superficies y la artificiosidad del sistema, pues está bien, aunque tal vez te haya quedado un poco largo y algunas ideas se reiteren. Pero al menos me has arrancado una sonrisa, que no es poco. Así que gracias.
    Te voto con un dos.
    Soy Juan Ballarín y mi poema es el nº 105. Te estaría muy agradecido su pasaras a leerlo y dejaras allí tu opinión aunque sea crítica (no importa que la crítica sea dura si encuentras que no te gusta el poema, pues es la mejor manera de aprender y mejorar, lo que si ruego es que sea una crítica razonada).

    Un saludo cordial y suerte en el concurso.

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