Fui papel en blanco un día
y escribía en mí la gente:
algunos con trazo grueso
de tinta color arroyo,
otros con tímido lápiz
–su rastro castigó el tiempo.
Fui papel en blanco un día,
liso hambriento, ampuloso…
Hoy, arrugado papel
que refugia garabatos
entre sus manchados pliegues.