Gritos de silencio
se escuchan en el pueblo,
dicen que llegan con carros,
silenciosos con sus armas
entran, matan, y se van
no miran, no ven, no sienten,
las figuras, las sombras pálidas
de esos, nuestros hijos.
Pequeños ángeles inocentes,
no despertaran jamás, sin saber,
una bala atravesó su alma inocente,
una noche de silencio
una noche de guerra y odio
sin compasión, sin piedad ni condición.
Gritos de silencio en mi garganta
que no puedo acallar,
llevándose mi vida, mi razón
esa noche de cobardes pendejos
que solo matan a pequeños,
a almas inocentes por odio y venganza.
Maldita guerra, malditas creencias,
os llevasteis mi vida, mi alma,
mis entrañas, mi sentido y mi razón,
en esa noche de silencio roto,
tan solo una bala recibió
tan solo ese cruel sonido,
y mi vida ahí quedo, muerta,
porque con él, murió mi raciocinio.