59- En tus ojos descubrí la muerte. Por Cándida

En tus ojos descubrí el misterio
de la vida, que ausente
me mira a través del espejo
de tu retina.

El dolor de tu pecho se impregnó
en mi alma y grité en silencio,
agarrada a las garras del águila negra
que sobrevolaba tu cama.

Tu cuerpo se agita, se rompe en olas
de respiración extinta.
Tus brazos se funden en el abrazo último
que no esperas.
La habitación se encoge, las palabras huyen.
Sólo el sonido ronco de tu garganta
permanece.

Nunca imaginé que la Muerte fuera tan cruel.
Y tan lenta.
Te observa desde la esquina, agazapada,
y espera.
Espera su momento.

Nosotras, impotentes juguetes
del destino, contemplamos inermes
su juego, tu lucha.
desarmadas asistimos atónitas
a tu derrota.
Y vertemos lágrimas negras
sobre tu cuerpo vacío.

Mientras, ella, la Diosa,
se marcha en silencio,
llevándote consigo.

17 comentarios

  1. Me gustó tu poema, no solamente por su contenido, sino por esa forma de escribirlo, empleando versos largos y cortos, que creo que son lo que le da la fuerza y rompe la sensación del verso libre.

    Te deseo suerte.

  2. Gracias Bob,

    Yo, que más bien soy mujer de prosa, envié este poema sin demasiadas pretensiones, así que me alegra mucho que le haya gustado a alguién.

    Es el reflejo de una experiencia que viví recientemente, nunca había visto morir a nadie y me impresionó tanto que necesitaba sacarlo fuera de alguna forma. Para eso sirve la poesía ¿no?

  3. Dura experiencia, buenos versos los que construiste a partir de ella.

    Agradezco la gentileza de tu lectura y comentario a mi texto.

    !Suerte!

  4. Tu poema nos lleva al limite y nos impresiona. Aunque es triste habla de lucha, la lucha por vivir hasta el final. Me gusta, mucha suerte

  5. Cándida, tu poema trata de un tema universal visto desde afuera y que todavía nos desconcierta. Te recomiendo la lectura del poema Cuatro, del libro Plexo Solar, del poeta venezolano Rafael Arráiz Lucca. Si quieres dame un correo para enviártelo, te va a gustar. Mucha suerte en el Certamen.

  6. Gracias a Severio, Unaluna y Chiquitita por tener la gentileza de dejar un comentario a mi poema.

    Chiquitita le enviaré un correo a los organizadores del certamen para que te faciliten mi dirección de email, me encantará leer ese poema.

  7. Cándida, cuando te leí me vino a la mente este poema de Rafael Arráiz Lucca; es como si hubieras estado ahí, y como no tengo una dirección, aquí te va. Que lo disfrutes¡

    Cuatro
    He Muerto

    Desde que el desvarío de mis pupilas
    anunciaba el estado de coma,
    mis hijos han permanecido como canoas
    en los costados del lecho.
    Hilda, la enfermera que me asiste en el tránsito,
    cata las intermitencias del pulso cada vez más lejano,
    oye los murmullos de un gato agonizante sobre los rieles del tren.
    Mis ojos abiertos están en blanco
    y mi boca se abre aspirando las últimas bocanadas del aire dichoso.
    Un latigazo eléctrico sacude mis piernas
    como el estertor del toro después de la puntilla:
    mi corazón ha dejado de latir.

    He Muerto.

    La sangre ha dejado de recorrer mi cuerpo en su frenesí.
    Lo que sustentaba mi piel como una vieja promesa
    le ha cedido el espacio al color amarillento de los papeles decrépitos.
    Soy una suerte de hoja ocre plagada de hongos,
    un papiro abandonado sobre el tope de una nevera inservible.
    Mi sangre, que durante años fue fiel en su periplo rutinario,
    no recibe el impulso para su itinerario retórico.
    Soy una casa olvidada por la suerte del fuego
    que le ha dejado su reino al hielo más seco.

    He muerto.

    Una sola instrucción he dejado a mis deudos:
    al apoderarse de mí la tiesura,
    abran las ventanas para que mi alma encuentre su rumbo,
    déjenla ir,
    no interpongan ningún obstáculo a su vuelo,
    el aleteo de las palomas que se anuncian
    con el carraspeo de sus gargantas
    les anunciará la ascensión del espíritu que encontró en mí
    la hospitalidad de un cuerpo romo,
    poco filoso, naturalmente tibio, herbívoro,
    proclive al regazo de las hembras.

    He muerto.

    Las campanas de la iglesia vecina han propagado su eco
    a la misma hora de mi nacimiento:
    son las doce y treinta del mediodía de una fecha imprevista.
    No recuerdo cuántos años han pasado desde mi llegada,
    pero sé que la misma luz que me recibió me despide.

    He muerto.

    Asciendo en volandas hacia un espacio de luz
    más blanco que las volutas de algodón,
    pero nada hay en mi vuelo que perturbe la paz
    de creer que he concluido todas mis batallas.
    Atrás queda la ventana de mi apartamento
    y más lejos aún la cama donde he rendido mis últimas fuerzas.
    Ya Caracas es un paisaje abstracto que se divisa
    entre el fragor de las nubes quiméricas.
    Ya América se escruta entre la bruma
    con su figura de trompo alargado y difuso.
    Ya la tierra es una sola esfera azul que se achica
    como una fortuna majestuosa que se pierde en el tiempo.

    He muerto.

    Asciendo hacia el punto donde todas las preguntas adquieren respuesta.
    Voy entrando en un túnel que acelera mi vuelo,
    soy lo que siempre he sido:
    una mínima partícula amada por un Dios memorioso.
    Mis fragmentos de pronto han sido tocados
    por el rayo de la totalidad:
    todo en un segundo lo comprendo.
    Las escenas centrales de mi tiempo terreno,
    de las que ignoraba su carácter principal,
    han salido al damero del entendimiento ejecutando su danza.
    Todos los puntos que no advertía cercanos
    han revelado ahora sus conexiones acultas:
    una araña teje su tela en la penumbra,
    tengo en mis manos el Aleph de Carlos Argentino Daneri.

    He muerto.

    Rafael Arráiz Lucca

  8. Gracias Chiquitita por este regalo. Mi poema no le llega ni a la suela del zapato, pero es cierto, creo que tratamos de retratar un mismo momento, aquel en que la vida se marcha sin retorno, sobre todo lo aprecio en la primera parte de este poema.

  9. Te diré con pocas palabras que, sin estar medido, tiene ritmo y, en cuanto al contenido, gran belleza tratada sin exageración ni simplicidad.

    Muy bueno y mucha suerte.

  10. Gracias des_almada,

    Mi alma se ensancha con tus palabras, este poema salió así, apenas revisado, tiene el ritmo de la tristeza, la rabia y la impotencia que me embargaba cuando lo escribí.

  11. He leído este poema y me ha impresionado mucho; (como cuando te quedas ensimismada).Aquí van mis cinco puntos.

    Enhorabuena.

  12. He pasado por tu poema. Es agradable de leer; independientemente de tus pretensiones literarias, lo que cuenta es haberlo escrito y haberte atrevido a mostrarlo.

  13. Juan Ballarín

    Desgraciadamente me ha tocado vivir ese momento de la muerte y es tal y como lo relatas. Me has traído recuerdos amargos y lo has hecho con una poesía clara y certera. No es tu estilo el que más me gusta, pero eso es cuestión de gustos, no de calidad.
    Te voto con un tres.
    Soy Juan Ballarín y mi poema es el nº 105. Te estaría muy agradecido su pasaras a leerlo y dejaras allí tu opinión aunque sea crítica (no importa que la crítica sea dura si encuentras que no te gusta el poema, pues es la mejor manera de aprender y mejorar, lo que si ruego es que sea una crítica razonada).

    Un saludo cordial y suerte en el concurso.

  14. Gracias Merce por esos cinco puntos que no creo que merezca, pero que agradezco de todo corazón.

    Gracias Samurai, sí, fue un paso dificil presentarlo en este concurso pero necesario, una forma de liberarme de mis fantasmas.

    Gracias Juan, he leído otros comentarios tuyos y me parecen acertados.

  15. El poema es emotivo y trasluce sinceridad.

    Te deso mucha suerte.

  16. A pesar de la tristeza y la rabia que desvelan los versos, es un gran poema, al que deseo sigan otros donde la vida, tambien gane algunas batallas.
    Enhorabuena.
    Mi poema es el 98 “Nuestro amor”, agradeceria una opinión sincera.

  17. Plagado de emoción, tristeza y buenas descripciones. Te Felicito.
    Te invito a visitar mi poema (Nº: 9).
    ¡SUERTE!. ACUARIO.

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