Inútilmente intento pasar página
pero no puedo, me siento lastrado
por recuerdos y un océano de lágrimas
que me dan este aspecto demacrado.
Muchas veces maldigo mi suerte
y te ignoro, como a una extraña,
otras en cambio, beso a la muerte
y juego en el filo de su guadaña
haciendo espídicos malabares
desafiando a esa dama pálida
que aguarda a que me descalabre
para colocar su mortuoria pátina
sobre mi cadavérico semblante,
fingiendo en todo esto, como tú, lástima.