Me ahogan las palabras
incesantes de mi alma
que desesperadamente,
entre nieblas y sombras,
te llaman.
Palabras que pronuncian
tu nombre
pero que olvidan tu cara
de niña marchita
que envejece a escondida.
Avivas con tu ausencia
las vidas de tristes
abuelos
que necesitan de tu mirada
antes de despedirse.
Traerás la esperanza
a tu madre,
le devolverás la vida;
el alegre viento
de sentir de nuevo tu aliento.
Me ahogan las palabras
cuando en sueños me llamas,
pidiéndome entre lágrimas
que mis rezos calmen
tus miedos.
Mangel, un poco más de fuerza. Suerte.
El Ingeniero
Contagia a sentir. Suerte en el certamen.
Niña marchita que envejece a escondida.. falta una » s » ¿no? por lo demás no me disgusta pero no es de los que leo dos veces
Un poema donde el peso del sentimiento doloroso está por encima de la forma. Tal vez hubiera sido necesario trabajar en la búsqueda de imágenes para reflejarlo poéticamente. Suerte en el certamen
Por encima de la calidad del poema destaco el sentimiento de ahogo de esa madre desesperada. Deseo que no sea personal. Un saludo y suerte.
Poema sencillo, narrativo con mucho sentimiento. Suerte.
Me gusta, es cierto que tiene mucho sentimiento. Lo que sí que sinceramente me gustaría que las estrufas estivieran un poco más unidas entre sí. Es como si pararas de leer para leer otra cosa diferente, aunque por supuesto que tiene sentido. Yo hubiera pulido eso un poco más. Pero solo eso, está muy bien. Suerte!
Un saludo,
El zahir, poema 118.
Tiene sentimiento y buenas intenciones.Solo éso.