Un banco liso, enorme, largo
de mármol negro
en la puerta de la biblioteca
de una universidad privada.
Durante un par de días
vi en él a un hombre
envuelto en una manta. Dormido.
Los estudiantes lo rodeaban en sus descansos,
jóvenes, enérgicos,
fumaban sosteniendo su propio codo,
charlaban y reían de pie,
cotorreaban felices.
Al cabo de los días
a todo lo largo del banco
cada medio metro
la universidad había colocado
unos separadores de metal,
unos artilugios metálicos cortados delicadamente,
soldados con mucho cuidado,
moldeados con todo el cariño,
de punta a punta,
de canto a canto del asiento.
Lo llamaban “agarraderas”,
“utensilio de primera necesidad”,
pero no era más que una manera
de contribuir con la moderna
e inhóspita
arquitectura del edificio.
Caleidoscopios, buena referencia.
El Ingeniero
Me gusta la idea pero es prosa. Un saludo y suerte.
Tu poema transmite cultura, bien logrado a pesar de lo complejo del tema.
Suerte en el concurso.
El que escribe no tiene ninguna obligación de explicar cada palabra del poema, y menos aún desarrollar las siglas de un museo tan conocido como este.
Cuidado con el uso de los adjetivos, un grande dijo (quién era) que pueden matar una buena frase.
Prosa descriptiva.Rescato el contrapunto entre el destino del homeless y la inconciencia de los estudiantes felices.
Me movilizó tu poema. Suerte en el concurso.
Un poema social con perfume a prosa. Deberias aclarar para los que no son catalanes que el Macba es el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona
Suerte en el certamen
Un poema social con perfume a prosa. Deberias aclarar para los que nos catalanes que el Macba es el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona
Suerte en el certamen