El Grupo Santillana de México convoco a varios escritores y periodistas profesionales o en formación de Latinoamérica, para redactar ensayos donde plasmaran sus ideas y experiencias respecto a la libertad, tema central del concurso. Creo que no hace falta decir que lo intente (los escribo por si acaso), y digo lo intente, porque desde el mismo momento que comencé a coagular ideas para organizar el texto, me sentí atrapada por una encrucijada que inmediatamente me llevo temer por la escasez de tiempo para disiparlas, y poder escribir algo coherente que llenara las expectativas de los convocantes.
Para mi la “palabra” es una paradoja compleja, porque creo que la libertad es imposible en un sistema natural y civil que nos compromete a obedecer normas en pro de la sobre vivencia de todos. Casi desde que nacemos, nos siembran lastres que nos alejan cada vez más de la sensación de libertad, esclavitudes propias de la vida cotidiana que nos conducen a adoptar mecanismos falaces de albedrío. Teniendo en cuenta que toda idea tiene su raíz, extrañamente ajena pero la tiene, es difícil describir o imaginar algo de lo totalmente desconocido; quizás es viable que podamos concebir la realidad de esa palabra contemplando la posibilidad de enloquecernos.
Ahora bien, según Rousseau “es verdaderamente libre aquel que desea solamente lo que es capaz de realizar y que hace lo que le agrada”, es decir, se puede deducir que la libertad nos conduce a la felicidad y teniendo en cuenta que cada uno deseamos y hacemos cosas muy diferentes, la diversidad de seres humanos supondría la diversidad de libertades. Entonces, ¿Qué es lo que me haría feliz? Los anhelos juegan un papel importante a la hora de proponer una significación, cada individuo posee misiones diferentes y retos personales que lo ayudaran a vislumbrar su felicidad, así que habrá que definir primero aquello para sentirnos un poco libres, no de la sociedad o de los gobiernos, del ser mismo.
Por tales razones, pensé en probar con varias interpretaciones, hacer analogías con otras palabras y autores para dar una conclusión, eso si, convenciéndome que desde el comienzo del texto o de la idea misma de hacerlo, incurrimos (convocantes y convocada) en una terca necesidad del ser humano por persuadirnos de que existe la presencia de dicho término en nuestra realidad. Reseñe que lo más parecido a la verdadera definición de libertad se da en cualquier campo de las artes, en este caso, a la organización de las ideas en letras, o también en el invento de historias cuando hasta de lo ficticio se tiene plena realidad. El arte es libertario, nos despoja de las ataduras, nos da esa seguridad de descubrirnos y de ser. El mundo se hace verdaderamente libre y abierto cuando tenemos oportunidades de mostrarlo; descubrirnos así no podamos serlo da una agradable sensación de libertad.
Es por todo esto que quiero concluir que intentamos hallar y definir algo, sin saber quizás jamás de lo que hablamos porque vivimos inmersos en la imposibilidad de cumplirlo y suponiendo lo que es, lo que genera y las consecuencias que tendría. Para mi hacer un ensayo sobre dicho concepto seria tan complejo como la definición del ser en la filosofía, y talvez tendría mas éxito haciendo una encuesta. Quizás la libertad solo seria la aceptación de las condiciones dadas, el provecho de ellas, el conformismo justo, el libre albedrío enmarcado y limitado por el beneficio del otro.
Finalmente, creo que envié un cúmulo de preguntas donde me pedían algunas respuestas, ahora que cuestiono mucho mi propia libertad, he ahí la raíz de mi problema inicial.
Ahora si desde el comienzo: ¿Qué es para ti la Libertad?
Su Piraján
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