Carne. Por Yolanda Sáenz de Tejada
A veces, una palabra puede llevarte al infierno directamente y, allí tranquilamente, fumándote el aire, hacer un poema como este. A las llamadas inesperadas, con nombre y apellidos. Carne de letra, de lengua y de azul, de mi tormento y tu luz. Carne de ausencia, de caricias y de lluvia, de tu maldita guerra y de mi viciosa paz. Carne de espera, de tus ojos negros y mi ceguera, de mis ardores y tu prisa. De mi reventar. Carne de ti (inevitablemente); de perra fugitiva y obsesionada por por volver a lamerte. Yolanda Sáenz de Tejada Colaboradora de… Leer más