Tus manos. Por Mari Cruz Agüera
Para saber de mí busco tus manos, la luz y la palabra, la calidez sonora de la tarde, y el tiempo y la tormenta. Busco la piel secreta de tu vientre -que nadie más que yo sabe que tengo- y el dolor del vacío en el costado que me tiene entregada a recordarte. Hay días que me sé desmantelada como un viejo teatro sin actores, -inapacibles días que chirrían oscuros de silencios- y otros tantos de verme espiga lenta, decrecida de ti, muda en el campo. Busco entonces la sed que arde en tu boca, la proscrita quietud que hincha… Leer más