Montados en el atardecer tus ojos.Por Salvador Pliego

Montados en el atardecer tus ojos y abierta tu cabellera a pleno cielo, en el perfil del pájaro donde el crisol es vuelo o en el cauce del ala en su planeo -trópicos de altura y desnudez que avivan el vientre puro de la cima, el destello de unas manos que fabrican las aves en su forma de elegía, el voraz ascenso que al labio le entibia y en un tacto de ángel le respira-; por el mar abrupto donde afluye y dibuja cada espectro el vuelo en celosías, cada pájaro que no es ave, ni es vuelo a la… Leer más

No tienen prisa las palabras. De Carlos Skliar

El libro En 2011, tras dirigir durante cuatro años el área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Carlos Skliar fija su residencia en Barcelona. De este año intenso y generoso en paseos, miradas, percepciones, lecturas y reflexiones, surge No tienen prisa las palabras, un libro múltiple y caleidoscópico en el que la experiencia de la alteridad (tema nodal del Carlos Skliar) en una ciudad ajena está muy presente. Como dice David Roas en el prólogo, para Carlos Skliar el escritor es, sobre todo, un viajero: un ser en movimiento constante, un extranjero perpetuo que, como tal,… Leer más

Me limpien el plato, por favor. Por Guillermo Rodríguez

Eugenia bate los huevos, echa el azúcar, vierte la leche en un cazo y pone las ralladuras de limón. Cuando está caliente mezcla el contenido del bol con el del cazo y remueve lentamente. Entonces añade el veneno. Mientras las natillas se enfrían en la nevera, Eugenia hace limpieza por última vez. Le quita el polvo a las figurillas de porcelana, pasa la aspiradora y la fregona, e incluso limpia los cristales de las ventanas. Y todo mientras aguanta el terrible dolor en los dedos. Nunca fue guapa, por eso no sufre esa nostalgia que se tiene al perder la… Leer más

Detrás de noticiarios. Por Ana Muela Sopeña

  Jamás hemos sabido los secretos con tanta transparencia como ahora. Detrás de noticiarios y periódicos la manipulación de los de arriba. En medio de la crisis la sensación interna de que todo está bien orquestado desde cúpulas de lobos sin escrúpulos con pieles de cordero. Detrás de noticiarios distracciones de tipo deportivo, para olvidar muy pronto los peligros de un conflicto total entre los hombres. Ana Muela Sopeña Blog de la autora Leer más

Licenciado en medicina, un sueño cumplido. Por Luisa Núñez

   Esta semana estoy enredada en la preparación de la graduación de Andrea–David, mi hijo mayor, un acontecimiento muy especial en nuestra familia por muchas razones, pero sobre todo porque es el colofón de un largo proceso de dedicación y esfuerzo con connotaciones familiares que aún la hacen más especial y que quizá os relate en otro momento.    Os cuento.    Tiene 26 años y fue Premio extraordinario de Bachillerato. Acabó sus estudios de Fisioterapia en 2006, eso sí, trabajando desde 2005 todos los veranos para procurarse unos ingresos que sustituyeran una beca que nunca le dieron. Pero él, aún… Leer más

Colinas que arden, lagos de fuego. De Javier Reverte

El Libro «Volver a las colinas, las praderas, los bosques y los lagos del este de África, después de varios años de ausencia, acelera los latidos del corazón y renueva los fluidos del espíritu. Además de eso, recorrer a pie alguno de sus senderos, igual que lo hicieron los antiguos exploradores, resulta tan emocionante como diferente a otro tipo de viaje. Caminándola, se percibe mejor la esencia de África, que no es otra que la esencia misma de la palabra «aventura». Javier Reverte Diez años después de publicarse Los caminos perdidos de África, Javier Reverte regresa con Colinas que arden,… Leer más

PRIMERO DE MAYO EN LA MORALEJA. Por Rafael Borrás Aviñó

Sobre las alfombras turcas una enfermera empujaba la silla de ruedas. Encima, la tía abuela Enriqueta vestida de marengo monástico, gallarda en su invalidez, con el moño tieso y amerengado. Desembocaron en la sala entre la pareja de dogos de porcelana que flanqueaban la puerta. Al verla entrar, los asistentes iniciaron un aplauso que la vieja detuvo con gesto autoritario y huraño, elevando una diestra huesuda en cuya muñeca brillaba un grueso brazalete de oro de veinticuatro quilates. Allí estaba la familia al completo. Excepto el garbanzo negro. Aquel primero de mayo la calle ardía en manifestaciones. Con toda certeza,… Leer más