En este mundo
Lleno de despreciables
Todos casi están
En un impúdico alquiler
Por unos sucios
Y depreciados billetes.
La necesidad
Se engalana
Con sus mejores
Prendas
Y sale a ofrecerse
Al mejor postor.
La hipocresía
Se pasea
Desafiante
Sobre el pescante
De la carroza
Del carnaval diario.
A la nobleza
Se le disolvió
La carnadura
Bajo el impiadoso
Manto
De las destartaladas
Baratijas.
La belleza
Sucumbe mientras
Tiembla
Acariciada por manos
Que huelen
A estiércol.
Los sueños
Se hacen trizas
Contra las aspas
Del molino
Que mueven vientos
Salido de hornos
Donde se consume
Lo puro.
La dignidad
Está de rodillas,
No sé si intentando
Un tardío rezo
O buscándose
Ya perdida.
El consumo
Todo lo consume…
La nobleza, la belleza,
Los sueños, la utopía,
La dignidad…
¡El consumo
En su piara inmisericorde
Consume
La vida misma!
Luis Eduardo Foá Torres