Hoy es treinta de junio. Hace cuatro meses que mi madre murió en su propia cama; mientras, yo apretaba su mano entre las mías. Se consumió igual que una vela; su luz se apagó para siempre.
Ya nunca más pudo quejarse de mi padre. De sus devaneos con la bebida que lo llevaron a una prematura muerte, tras casi un cuarto de siglo de peleas y reconciliaciones. Aún así, mi madre, decía: «Me quiso a su manera».
Durante años, ella guardó en un cajón de su cómoda y bajo llave, una pequeña caja que contenía las cenizas de mi padre. Tan sólo hace unos meses que me enteré, y, antes de irse para siempre, me entregó esa llave a cambio de una promesa. Por eso he juntado las cenizas de los dos en una caja. He ido en mi coche hasta la pinada, y las he esparcido entre los árboles. Así hoy, aniversario de sus bodas de oro, están juntos, tal como fue el deseo de mi madre.
Amatista
Pincha en la imagen para acceder a la web especial de este premio.
Me parece preciosa esta peque