Colgaré todos los abrigos llenos de invierno, en aquel perchero viejo.
Las penas y lamentos, serán escondidos en el cofre del suelo.
Las angustias con suspiros profundos, en pozos del jardín.
La amargura y tristeza… al río ese que va barranco abajo.
Pensaré largo tiempo… sentada como loto al pie de la escalera.
Dejaré reposar las historias de cuentos que no acaban.
Subiré hasta la cima, poco a poco; con ropa nueva.
Miraré fijamente la luz que el firmamento me regala.
Extenderé un salvoconducto para liberar un Alma que dormita.
Pensaré largo tiempo… sentada como loto al pie de la escalera.
La miro desde abajo
Y por primera vez descubro
que existen…
los peldaños.
Celia Álvarez Fresno
Muy bien, Celia. Ya sabes que los pelda
Me ha encantado este poema. He sentido la sensaci