«Y sin que mi bisabuela pudiera decir ni pío, Tita arribó a este mundo prematuramente, sobre la mesa de la cocina, entre los olores de una sopa de fideos que estaba cocinando, los de tomillo, el laurel, el cilantro, el de la leche hervida, el de los ajos y, por supuesto, el de la cebolla. Como se imaginarán, la consabida nalgada no fue necesaria, pues Tita nació llorando de antemano, tal vez porque ella sabía que su oráculo determinaba que en esta vida le estaba negado el matrimonio.»
Como agua para chocolate es una novela de recetas , remedios caseros y amoríos por entregas mensuales que nos cuenta la vida de Tita, del rancho de Mamá Elena, con todos sus amoríos, con sus especialidades por así decirlo. Tita al ser la pequeña debía quedarse soltera para cuidar a su mamá. Su prometido, Pedro, decide casarse con la hermana para poder mantenerse cerca de su amada. Ese hecho, la renuncia de Tita a su vida por ese amor imposible… me ha hecho plantear muchas cosas. Lo díficil que es renunciar a la vida por un amor. Es una renuncia a la que yo tengo claro que no haría y espero que mis hijas tampoco estén dispuestas a realizar. Alguien me dirá que eso no es amor, pero yo creo que el amor es algo variable y no merece la pena perder una vida esperando un amor verdadero que igual nunca llega a completarse.
De todos modos la recetas son estimulantes, lo que sucede cuando cocina Tita y como su estado de ánimo influye en el resultado final realmente precioso. Leánlo si quieren. No creo que les decepcione. Vean la película, preciosa del 92. Pese a que no entiendan la historia de amor es una historia de amor peciosa salpicada de codornices con rosas, y roscón de reyes.
¡Qué la disfruten!
Brisne
Blog de la autora.