Nuestro pan. Por Brujapiruja

Durante estos días festivos hemos aprovechado para acometer algunos pequeños retos. Hacer torrijas, churros y bizcochos caseros. Es divertido juntarnos todos en la cocina y trastear con recetas e ingredientes básicos y ver la trasformación cuando los mezclas y envuelves adecuadamente, con pizcas de esto o aquello, amasas, restriegas, aplanas, bates y esperas confiado que crezcan y se expandan en un horno calentito; los más pequeños observan el proceso con verdadera intriga, como si de magia portentosa se tratase, miran el horno fascinados y después de tanto trasiego , un buen café o chocolate para dar cuenta de todo en un santiamén, con la satisfacción de saber que han sido tus propias manos quienes lo han conseguido.
Dado el éxito de esta primera empresa, decidimos arriesgarnos un poco más. Estamos hartos de comer pan-chicle que en menos de seis horas se convierte en un mendrugo indigerible. Así que nos pusimos manos a la obra. ¡Queremos nuestro pan!
Ya puestos, acometimos el empeño. Nos ha durado tierno y sabroso cuatro días y ha sido todo un descubrimiento.
Ahí os lo dejo. Si queréis probarlo, tendréis que hacerlo, porque Internet aún, no nos permite invitar a festines familiares de esta hechura.

Brujapiruja

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.