DIARIO DE UN CAZADOR – LINAJE. Por David Fernández.

Con una narrativa sorprendentemente buena (nada habitual en este tipo de géneros), Iván Martínez Hulin monta un tapiz que va tejiendo paso a paso con esmero y cuidado. Deja pistas que el lector puede ir hilvanando hasta el punto de fluir junto al argumento, como una parte más de todo ello, y sorprende al descubrir que las “presas” bien pueden ser mejores cazadores que el propio “cazador”.
Aviso a navegantes: no tiene nada que ver con la caza (mayor o menor), así que no lo sugiero a aquellos que busquen nuevas técnicas de derribas animales con sus escopetas. Se llevarán una decepción.
Me parece de cumplida obligación señalar la excelente construcción y caracterización de los personajes principales del libro. El acierto absoluto del autor al escoger una forma narrativa clásica (ya entenderéis quienes lo leáis a qué me refiero con “clásica”) y la manera en que transcurre el tiempo literario.
Su descripción es tan visual que hay momentos en que uno llega a pensar si está leyendo un libro o viendo una película. Logra introducirte en la escena y convertirte en parte de ella dejando, por otro lado, libertad de movimientos a la imaginación del lector (como, desde mi humilde punto de vista de mero lector, deben hacer los buenos creadores).
La atmósfera opresiva y la sensación de que el tiempo se agota nos sobrecoge induciéndonos a una incapacidad total para dejar de leer, a pesar de que el texto viene correctamente separado por capítulos breves que facilitan aparcar la lectura de manera momentánea.
Desde mi punto de vista, una de las mejores obras de ciencia ficción de los últimos tiempos. Puede que la mejor de este tipo en la literatura española. Imprescindible para cualquier buen aficionado a la ficción, al terror (de ese sin vísceras y sangre a mansalva tan pródiga en estos tiempos), a la lectura trepidante y, sobre todo, para aquellos que saben apreciar una buena narrativa.
Se lo ha ganado, Sr. Martínez Hulin: mi sincera enhorabuena.

Sobre la edición añadiré que es manejable, atractiva (especialmente la cubierta), fácil de leer y agradable. Editorial Aladena ha empleado páginas blancas que favorecen el visionado de las letras (no se trata de papel satinado de color crema que cansa la vista) y un tamaño adecuado de las mismas.
Especialmente, me gustaría resaltar las diferentes tipografías que han empleado, en función de las necesidades narrativas, que ayudan a diferenciar cada tramo de texto y al personaje que escribe. Todo un logro que denota el cariño con que está publicada la obra.
En resumen, un libro que merece la pena leer, disfrutar y tener en nuestro pequeño (o gran) fondo literario de casa.

David Fernández.

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7 comentarios

  1. Hola

    Quer

  2. John Sinpiedad
  3. Diario de un Cazador es la leche, efectivamente. Tiene algo especial. Algo que hace que puedas respirar la trama. Saborear a los personajes. De verdad, alucinante.

    coincido con coyicabuto en que deber

  4. Hola. Me interes

  5. Tambi

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