No quisiera pensar, no lo quisiera,
de aquellos que no ven más de sus ojos,
que lanzan hacia el cielo sus enojos
y son de aquí, de allí, de dentro y fuera.
No me importa saber que alguien pudiera,
cuestionar tu escritura y pensamiento,
insigne pluma de conocimiento,
que un príncipe de altura concibiera.
Si cruzaste el umbral de la frontera,
y tu nombre ofreció tanta grandeza,
¿quién podrá cuestionarte si lo hiciera?
Que tu obra, sillar de fina pieza,
es un florón de oro que esculpiera,
la más grande y genial naturaleza.
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Juan A Galisteo Luque
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Buen tema para un soneto logrado en t
Gracias Betty por el comentario.
Desde aqui recibe otro abrazo. Juan