Milagro onírico (o sueños con “soundtrack”). Por Carlos Veloso

Tu Pragmatismo y mi Esperanza continuaban caminando separados solo por unos pasos por el camino de ladrillos amarillos, de pronto pragmatismo alcanzo a esperanza, le toma del brazo y apoya su cabeza en el hombro, mientras se escucha de fondo “Somewhere over the rainbow” interpretado Iz; en ese momento, mi Esperanza deja de pareidoliar mirando las nubes y comienza a recordar las ultimas etapas de este viaje; con un poco de pena recuerda como Pragmatismo convenció a Dorothy para que se quedara haciendo clases de Economía Domestica en la escuelita del pueblo de los Gnomos, a pesar de su opinión, que planteaba que un personaje tan trascendente debiera tener un fin mas digno; se sonrío al recordar como convenció al León Cobarde para que se quedara como domador de un grupo de lesbianas salvajes que regentaban un enorme circo de variedades, a pesar del disimulado disgusto de Pragmatismo por tener que tratar con estas desinhibidas chicas, especialmente con la de mayor edad. El Hombre de Hojalata acepto el puesto de Contable del Circo, al quedar fascinado con el enorme ábaco que se usaba en el carromato utilizado para estos fines, por lo menos eso fue lo que dijo al despedirse, pero Esperanza aun abriga la secreta ilusión de que se embarco en una cruzada para redimir por lo menos a una de las chicas, o a el mismo, de su incipiente homosexualidad con El Espantapájaros.

 Pero, tal ves, el episodio mas memorable fue cuando, al pasar un recodo del camino de ladrillos amarillos, se encontraron con Caperucita Roja y el Lobo Feroz, en plena discusión sobre el futuro de su relación, tu Pragmatismo no ayudo mucho a calmar los ánimos al comentar que la zoofilia no era una opción aceptable para una señorita decente como Caperucita, sin embargo creo que gano la tesis de mi Esperanza, planteando que aplicar criterios tan antropocéntricos a una pareja de personajes de ficción era un poco limitante para el imaginario colectivo, mas aun, considerando que ambos personajes ya habían traspasado ampliamente el rubro de los cuentos infantiles. La suposición sobre el resultado de esta discusión se basa en que la última ves que se vio a la pareja de Caperucita y el Lobo, se alejaban alegremente de la mano, mientras de fondo se escuchaba “El hombre del Piano” de Billy Joel 

No se puede dejar de mencionar al Espantapájaros, el cual fue dejado mucho más atrás por Pragmatismo y Esperanza, debido, principalmente, al peligroso habito que adquirió de fumar mas de dos cajetillas de cigarros al día, según el, debido al stress producido por la separación de sus compañeros; Dorothy, el León Cobarde y el Hombre de Hojalata. 

Continuando su peregrinar por el camino de ladrillos amarillos, Pragmatismo y Esperanza atravesaron uno de los bosques encantados, en el cual los árboles acariciaban suavemente a los caminantes con sus ramas mientras repetían a coro un mantra eterno con empalagosa voz…”gasta…consume….tu quieres la casa mas grande….el auto mas caro…..tu te lo mereces…..tu lo necesitas…compra ahora ya…” mientras se escucha de fondo “A kind of magic” interpretada por la poderosa voz de Freddie Mercury y Queen. Al salir de este bosque, el camino de ladrillos amarillos comienza a empinarse por una colina de regular altura, a ambos costados de la colina hay caminos alternativos, a la izquierda, el “Camino de la Rutina”, según reza el cartel indicativo, el cual atraviesa un vasto campo de plantas parecidas al maíz, pero que en ves de granos tenían una gran variedad de pastillas tranquilizantes, vitaminas y analgésicos. El camino de la derecha, de la “Desilusión”, según el cartel, atravesaba un sombrío bosque en que los árboles te atrapaban los pies con sus raíces y te mientras te repetían al oído: “olvídalo no lo vas a lograr….es demasiado para ti….desiste…no te vas a arrepentir…” mientras de fondo se escucha el «Waltz No. 2» de Jazz Suite de Shostakovich. 

Al llegar a esta encrucijada mi Esperanza se encamino en dirección a la colina, siguiendo el camino de ladrillos amarillos, en cambio Pragmatismo se detuvo antes de llegar a la bifurcación de los caminos, después de cavilar un rato le hizo saber a Esperanza que no estaba dispuesta a ese sacrificio, que tenia otras opciones, tras lo cual tomo su teléfono e hizo una llamada, momentos después llega una stationwagon negra, de la cual le sale al encuentro tu Alegría, mientras tu Seguridad espera en el volante; tu Pragmatismo sube al vehiculo y se aleja sin mirar atrás, mi Esperanza, después de recomponerse física y anímicamente de esta rutina de separación que aun no puede manejar, comienza a subir la colina por el camino de ladrillos amarillos, mientras el ambiente se llena con los primeros acordes de “Una noche en el monte baldío” de Mussorgsky.

 

Al poco tiempo de comenzar a subir, Esperanza se da cuenta que el camino va a ser mas arduo de lo que pensaba, de hecho, el camino de ladrillos amarillos se comienza a transformar gradualmente en escalones, cada ves mas altos y separados; poco antes de llegar a la cumbre se detiene agotada, cierra los ojos por un momento, al abrirlos descubre a la Razón junto a ella, “que haces aquí” pregunta mi Esperanza, “lo de siempre …… salvándote cuando mas lo necesitas” responde la Razón, mientras la levanta y la abraza, la música de fondo cambia al primer movimiento de “Los Pinos de Roma” de Respighi; sorteando los cada ves mas grandes desniveles de lo que queda del camino de ladrillos amarillos, Esperanza y Razón alcanzan juntas la cumbre, al comenzar a bajar, la Razón despliega sus alas, levanta vuelo y desaparece en un hermoso cielo azul tachonado de nubes blancas, mi Esperanza sigue bajando la colina, casi feliz, pronto retoma el camino de ladrillos amarillos, el fondo musical cambia al “Bolero” de Ravel.

 

Al llegar al pie de la colina, mi Esperanza ve a la distancia a tu Pragmatismo sentada en su escritorio, “bella y radiante, como siempre” piensa para si, al acercarse se percata que hay algo diferente, algo ha cambiado, no puede definirlo pero es palpable, incluso antes de tocarla, se acerca con un poco de temor, Pragmatismo se ve como distante, ajena, con mas temor aun Esperanza la toca suavemente con su mano, después de que Pragmatismo se quejara de lo heladas que están, sonríe, le mira a los ojos y dice “ahora lo entiendo…a veces debemos separarnos para estar mas cerca….mas cerca de ti y de Oz.”, de fondo se escucha los primeros acordes “Still you turn me on” de Emerson, Lake & Palmer.

 

Despierto llorando, aun quiero creer que es de alegría, pero hay un asomo de duda, podría ser solo porque me desperté, …en fin, me levanto, me baño, me visto, al salir de mi casa me sorprende ver como reluce el camino de ladrillo amarillo, las verdes colinas que lo rodean y el cielo azul sin nubes bajo el tibio sol de la mañana, en mis audífonos suena la primera parte de “Raphsody in Blue” de Gershwin; cierro mis ojos y oídos en el bus, una ves que llego a “nuestro lugar”, espero “la hora apropiada” y subo de a tres los peldaños hasta el cuarto piso, te veo y pienso para mis adentros “bella y radiante, como siempre” (..no dije eso antes?), para variar estas ocupada o alguien interrumpe, conversamos de cosas intrascendentes, trato de empaparme lo mas posible de ti, de pronto, trivialmente, te digo que estoy feliz, me preguntas porque…tengo que improvisar una respuesta rápida y coherente…..¿…como te explico mi sueño?; en los parlantes del computador se escucha “Comienzo y final de una verde mañana” cantada a dúo por Caetano Veloso y Pablo Milanes.

Asociación Canal Literatura

 

Carlos Veloso

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