Corazón, mano, corazón. De Juana Cortés Amunarriz
Es normal, dijo el médico ante los comentarios de la madre. Tiene que trabajar la memoria y el pensamiento, como tiene que trabajar cada músculo. Hay que tener paciencia y no presionarla. El recuerdo aflorará mejor libremente, en un ambiente tranquilo y relajado. Lo mejor son los juegos. Sus hermanas la ayudarán. Y así fue. Además de las cucharadas de caldo reconstituyente y los purés de verdura, Arantxa se fue alimentando de trabalenguas, de adivinanzas, de cuentos e historias. El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado. Lo repetían una y otra vez,… Leer más