Siemprevivas. Por María
Llegar al pueblo es como traspasar los límites del fin del mundo. Veo acercarse el muro de montañas que cierran el horizonte y aunque sé que detrás está el mar, la sensación que tengo es la de que me estamparé contra esos montes áridos y oscuros. Pero me aproximo y ellos abren sendas alrededor del coche, se acercan presentando colores ocres en primera línea, y azules y violetas en la segunda fila; todos los tonos cambian a cada instante y recorren la gama entera de su espectro mientras los voy mirando. Nunca, por más que lo intento, logro captar la… Leer más