Personas que nos devuelven la fe en el género humano, 2 Por Marisol Oviaño

A pesar de que había estado más de media hora esperando en el andén, había perdido mi tren. Éste había llegado con un considerable retraso, los carteles informativos estaban apagados, y la gente se arremolinó tanto alrededor de los vagones, que sólo pude leer la pantalla del último: Algeciras-Puertollano. Sólo cuando el andén se quedó vacío, vi que en otros vagones ponía: Algeciras-Puertollano-Madrid. Demasiado tarde: mi tren salía sin mí. Y allí estaba yo, en la oficina de la estación de Córdoba suplicando a David que me ayudara. – Uf, viernes. Difícil: va todo lleno –dijo con cara de circunstancias-…. Leer más

Asesinato. Por José María Araus

      El pueblo, a sus espaldas, huía de él con rapidez. La carretera se deslizaba bajo las ruedas de su coche a una velocidad desmesurada. Los insectos lanzaban sus ataques en oleadas contra el vehículo, en vuelos suicidas; y los árboles, los huertos, las viñas venían hacia él y se lo iban tragando muy deprisa, dejándolo atrás con la misma rapidez. Miró por el retrovisor y vio cómo ahora el pueblo se escondía tras una loma. En el cuentaquilómetros, la aguja pasaba de los cien; en una carretera comarcal eso era peligroso, pero el pueblo quería escapar de él cuanto… Leer más

La pinza germano-china y el asesinato económico de España. Por Miguel Pérez de Lema

  La pinza germano-china y el asesinato económico de España.   Ponedle esta lección de economía a todas las gentes de buen juicio que conozcáis. En su lección, “Keynes en España y el modelo parasitario Chino”, el catedrático Julián Pavón explica la situación irresoluble de España y su causa: hemos cedido nuestra soberanía a Alemania, en manos de sus propios usureros, y acatamos las órdenes de ambos a ciegas. Las políticas europeas dictadas por Alemania son buenas para Alemania, -y para sus usureros- que no tiene paro, pero letales para España que se ahoga en el marasmo. Cuanto más recortes,… Leer más

Anclada en la virtud de las palabras. Por Mónica López Bordón

“Espacio donde las manos se posan simplemente para soñar” Aldo Pellegrini   Le llama por su nombre y distribuye el silencio. No hay asombro en sus ojos, habla la boca y las palabras crecen a la velocidad del fuego. Su cuerpo y su carne tallados dan sentido al espacio donde las manos se posan simplemente para soñar. Desde este lado de la vida abandonan toda palidez retornan, se desplaza el invierno y las mentiras quedan ocultadas bajo las hojas silentes de las bocas cerradas sin rencor, plegadas en el decir de alguna tormenta apaciguada sin el odio del momento en… Leer más

Por qué el mundo funciona perfectamente sin mí. Por Brisne

«Las historias que contamos son como bloques de apartamentos. Cuando terminamos nuestro relato damos un paso atrás para comprobar su resistencia a los elementos y ver si destaca en el skyline compuesto por otros miles de historias.» Con Joost Vandecasteele (pronúncielo lector, y sonría) el skyline se llena de futuros posibles: de apocalipsis conocidos; de centros comerciales con habitantes en su cielo, colgados frente a los escaparates; de edificios sin salida; de escritoras capaces de mandar a tomar por el culo su vida; de jóvenes que extirpan a Dios del cuerpo de una chica encima de la colcha de una… Leer más

Carta de un abuelo. Por Francisco Gragera

Hola,mi cosita: Soy tu presunto abuelo.Digo presunto porque tu abuela Ana Mari con mucho cariño,siempre me amenazó con la duda razonable de la supuesta paternidad del hombre.De cualquier forma me importa un rábano,ya que para tu abuelo(aitxitxe en Vascuence) tú comienzas a ser el Epicentro de mi vida y la estrella más relumbrante de mi universo. Desde ahora te voy a llamar «mi cosita»,porque en mi chochez y cuando he visto esas fotografías tan raras,casi chupándote tu dedito,no me queda otra solución que proclamarme abuelo de esa «cosita».La verdad es que cuando te he visto te he empezado a querer… Leer más

Silencio. Por María

Bajo el influjo de la tormenta, escribo una carta… Cuando la meto en el sobre me doy cuenta de que esa carta sólo contiene silencio, un silencio absoluto… No va en blanco el papel, no es eso. Son dos folios escritos casi completos. Son muchas palabras ordenadas en frases gramaticalmente correctas y precisas. El contenido es coherente, todo tiene sentido… Y sin embargo, en ese sobre he metido unos folios llenos de silencio… María Leer más