El caso Svenska. De Maribel Pont

El libro Meg, es una madre separada que no ha podido superar su nueva situación sentimental, a consecuencia de ello la convivencia con su hija Svenska se ve deteriorada. Aunque el amor hacia su pequeña es incondicional, la relación está resquebrajada. Por eso mismo, decide realizar un viaje a California con su hija y de esta manera poder fortalecer sus lazos afectivos. Por desgracia, lo que debía ser una agradable estancia en un lugar idílico, se convierte en la peor pesadilla de Meg, viéndose implicada en la búsqueda de su propia hija desaparecida; todo se complica cuando la policía la… Leer más

Mis miradas. Por Mar Solana

Hay miradas ácidas, de limón sin aliñar, el alma pega un brinco cuando se encuentra con ellas… Hay miradas de merengue, ojos que cansan y empachan si te pasas con la dosis… Hay miradas vacías, visajes únicamente destinados a la supervivencia de su portador… Hay miradas de complicidad, esa que otorga los silencios compartidos; un collar de gestos que no necesita engarzar palabras para lucirse… Hay miradas como abismos, incapaces de comunicar nada a través de su espectral negrura… Hay miradas de gelatina, blandas y escurridizas, imposible saber dónde van a posarse… Hay miradas de pan recién hecho, cálidas y… Leer más

Sobre los ojos y las miradas. Por Mar Solana

Hace unos meses releí “Háblame de ti”, de Lola Duque, libro ganador del Primer Premio Robin Book de Narrativa New Age en 1998. Lo encontré, por primera vez, en un momento de mi vida en el que sus palabras fueron como abono para una tierra débil y asustada. Porque yo creo en las relaciones mágicas con los libros y las letras; leemos el que necesitamos para los «deberes» que nos marca la Vida en cada etapa. En esta segunda lectura, me quedé atrapada en este precioso párrafo que habla de los ojos, de la mirada… Miradas esquivas, miradas del demonio,… Leer más

Historia de un alemán. Por Brisne

«Todos los baluartes habían caído, era imposible cualquier tipo de resistencia colectiva y la oposición individual era una mera forma de suicidio. Nos habían perseguido hasta llegar a las últimos recovecos de nuestra vida privada, en todos los ámbito reinaba un estado de desbandada, una huida confusa de la que no sabía dónde iba a terminar.» Sebastian Haffner escribió en Historia de un alemán, sus memorias, sus vivencias en Alemania desde 1914 hasta 1933. Llegar a libros de este tipo no es sencillo, fundamentalmente porque se esconden fuera de las listas de más vendidos o de novedades. Yo he llegado… Leer más

El sendero. Por Francisco Gragera

Mi padre, que se marchó por la puerta trasera sin decirme adiós, era un ferroviario que una maldita enfermedad le dejó tirado en un Hospital de Madrid, con el silencio de los muertos. Siempre lo busqué y siempre me contestaban que estaba en el cielo. ¡Qué crueldad!. Mi madre, porcelana fina envuelta en el manto de sus rezos, quería que su hijo fuera Cura para poder ser la ama de llaves, tan en los pueblos, allá por los años del franquismo de los setenta. También ella, sin conseguirlo, se fue deprisa cual ráfaga de viento abre una ventana. Solamente conoció… Leer más

Circo. Por María

Llego al quirófano en una camilla que ha ido traqueteando por los pasillos y que amenazaba descomponerse del todo al entrar en los ascensores. La empujan con prisa hasta ponerla paralela a la mesa de operaciones y me preguntan si puedo pasarme sola o si necesito ayuda: me traslado sola queriendo disimular los temblores. Esto está lleno de gente enmascarada que no veo bien, porque unos focos que arden como estrellas me ciegan al momento. Me tumbo como me indican, se me acercan, sólo veo de ellos ojos de mirada profesionalmente simpática; saben que tengo miedo y me hablan en… Leer más

Palabrasocultas. Por Yolanda Sáenz de Tejada

A veces, las palabras, son totalmente opuestas a los hechos.   Yo sabía que él, cuando recorría su lomo y ataba con besos sus lunares, pensaba en mí… Yo sabía que él, cuando se moría de sed y paraba a beber -en su monte de Venus- como Vulcano fiel, pensaba en mí… Y sabía -también- que cuando le acariciaba el pelo con los dedos, derramando sus gritos y sus huesos, me llamaba a mí. Yo sabía que su amor era mío, incluso después de abandonarme. Pero nunca supe (cruel decisión) porque no fue a ella a la que dejó. Yolanda… Leer más