Me explicaban hace poco como alguien había criado un cachorro de tigre como si fuera un bebé. Le daba su baño cada día sin que el animal reaccionara dentro del agua caliente. Después lo alimentaban con biberón y ya no se si le acostaban con pijama en algún lecho a propósito pero, aunque no llegaran a ese extremo, lo mas sorprendente de todo lo que se habló no fueron tanto estos detalles como la afirmación benevolente de que finalmente el tigre, cuando fuera adulto, seria devuelto a la selva.
No puedo saber si hablaban en serio o no, pero yo imaginaba a ese precioso animal aterrorizado el primer día de incorporación a su entorno primario y con razón; acostumbrado a que le laven los dientes y le corten las uñas, a recibir puntualmente alimento y a un techo seguro, no debe ser precisamente placentero encontrarse de pronto bajo las estrellas oyendo ruidos extraños. Allí, sin conocer a ningún otro tigre, sin haber cazado nunca y sin posibilidad alguna de tomar un baño caliente.
No se como maldecirán los tigres ni si tienen capacidad para ello pero no seria de extrañar que se volviera a sus cuidadores solo para darles un zarpazo y unos cuantos mordiscos por haberle acostumbrado a un tipo de vida que no es la suya y después soltarlo a la vorágine de la vida animal y someterlo a la ley del más fuerte y encima contarlo como si ese cambio radical fuera la cosa mas natural del mundo.
Carioca32
Cambio radical. Por Carioca32
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