IV. EL PALACIO CASTELLANO (2). Por Francisco Arsis Caerols

IV. EL PALACIO CASTELLANO (2) Gracias a Dios que el frac que había tomado prestado de mi querido amigo Vincent era más o menos de mi propia talla. No es que estuviese en muy buenas condiciones, pero para el caso pensaba que era más que suficiente. Me sorprendió ver reflejada mi propia figura en el espejo, con aquel porte tan distinguido en mi persona, y que jamás antes había podido contemplar. No podía sentirme menos satisfecho, y realmente estaba deseando que llegase de una vez el momento del inicio de aquella velada tan especial para mí. Al traspasar el muro… Leer más

Maltrato familiar. Por Ángel Alekhine Juárez Sotelo

Escena 1 (en un bar, hombres hablando, varios vestidos de uniforme militar) Arturo (gordo, algo corpulento) levanta su vaso de cerveza para tomar. Lo deja de nuevo en la mesa. –Cuándo me vas a dar lo que me debés del arma, le dice al otro que tiene en frente. Renuente, rechaza que le debe algo, le dice que el arma no sirve, que le devuelva el dinero. La discusión se va acalorando más, debido al estado de ebriedad. Un amigo del adeudado llega y le dice a su compañero que no se deje de ese militar tal por cual. Arturo… Leer más

III. EL PALACIO CASTELLANO. Por Francisco Arsis Caerols

III. EL PALACIO CASTELLANO Julio 1927 -Vamos a ver… ¿me estás diciendo que te has enamorado? ¿tú? -me interrogó Vincent, sin dejar de mostrar en su rostro una absoluta incredulidad. -Sí, bueno, es decir… La reacción de mi amigo no hizo sino que comenzase a balbucear como un idiota, al intentar responder a todas sus preguntas. -¿Y de Alexia? ¿Alexia Carvajal? Pero, hombre de Dios, ¿tú sabes quién es Alexia de verdad? -Está bien… los dos sabemos que pertenece a la aristocracia, sí. ¿Y qué? ¿Acaso crees que no podría entrar en su círculo de amistades? ¿Que no tendría ninguna… Leer más

II. LA TRAVESÍA DEL COMANDATE BYRD. Por Francisco Arsis Caerols

II. LA TRAVESÍA DEL COMANDATE BYRD Julio. 1927 El brillante salón del Círculo de Bellas Artes apareció ante mi vista repleto de auténticas obras de arte. Jarros con decoración de Yedra, fuentes de tipo renacentista moderno, bandejas orladas con magistral simetría, servicios de mesa en plata cincelada… A decir verdad, yo apenas entendía sobre este maravilloso arte de la orfebrería, pero gracias a mi querido amigo Vincent, que iba poniéndome al día, terminé pareciendo todo un experto. No en vano, una de mis mayores virtudes era la capacidad que tenía para recordar todo aquello que se me explicase o contase… Leer más

EL INTRÉPIDO CABALLERO. Por Francisco Arsis Caerols

I. JULIO 1927. FLOR DE NÁCAR Ayer la lluvia nos cogió por sorpresa a mi amigo Vincent Saint-Paul y a un servidor cuando acudíamos a la Residencia de Estudiantes. Mi interés se centraba en recabar información de la biblioteca y el resto de las instalaciones, en aras de un futuro trabajo que me sacara de mi precaria situación económica. Vincent había decidido unírseme en el último instante dado su interés por conocer el edificio. De todas formas tuvimos suerte a la salida casi dos horas después, pues en aquél momento el sol lucía ya radiante, una tarde veraniega más en… Leer más

Confirmación. Por Santiago Hoyos Buitrago.

As I walk all my life drifts before me, Though the end is near I’m not sorry, Catch my soul; it’s willing to fly away. Mark my words, believe my soul lives on, Don’t worry now that I have gone, I’ve gone beyond to seek the truth. When you know that your time is close at hand, Maybe you’ll begin to understand, Life down here is just a strange illusion.» Steve Harris (Iron Maiden), «Hallowed be thy name» Yo ya sabía la respuesta. Esperaba sentado a que abrieran la puerta y pronunciaran la sentencia de una vez por todas. Los… Leer más

Cura de la Pepa. Por María del Campo.

Quedar viuda a los 37 era verdaderamente una tragedia, con tres hijos chicos y un montón de deudas. Por suerte, la Pepa tenía trabajo y ganaba medianamente bien, la casa ya era propia y ella estaba en buenas condiciones de salud. El primer año transcurrió entre misas, recuerdos, llantos y la inevitable impotencia que genera la muerte de alguien tan joven a manos de otros. Justicia no se podía hacer, ya que «otros» habían perdido la vida también en el apesadumbrado suceso. Pero ése no es el caso. Lo terrible de esta historia es cuando, en la misa del primer… Leer más