El premio al final del camino.Duro Camino. Por Maria del Campo.
No tenía idea cómo, pero llegaría. Se tiró a la calle y cojeando, medio tambaleante, se subió a la primera micro que pasó, pagó y quedó debiendo el resto, «no importa», le dijo el conductor, «sólo quiero que sepa que el pasaje subió». Agradecido, se sentó con la pierna adolorida estirada, esperando que nadie pasara por sobre ella, a esa hora no había tanto movimiento en las calles, nadie tomaría la misma micro con el mismo destino… Le parecía entre cómico y trágico, ir en micro, pasando por tantos lugares conocidos y que le traían tan buenos recuerdos, y teniendo… Leer más