Desayunos. Por Paula Muñoz
Recién abandonas ese mundo, vuelves a la quietud de tu cama por unos instantes, y abres los ojos. El mundo real. «Voy a tomar algo ligero que llego tarde.» O mejor aun: «seguro que le encantará un café con leche en la cama.» «No me apetece tomar nada, pasé una noche horrible.» Prefiero poner pan a tostar, calentar un poco de leche y llevarlo al sofá bañado de sol matutino. Allí lanzar unos cuantos cereales al pozo de mi vaso, y poco a poco ir poniéndolos a salvo tras mis labios. Pero para algo muy curioso: algunos están crujientes al… Leer más