Entrega. Por Carlos Veloso

 Para un simple mortal, siempre fue, ha sido y será complicado enamorarse de una diosa, pero como convencer de esto a un pobre mortal enamorado, más aun, considerando que la diosa de la cual se enamoro era la mas hermosa e inteligente, pero al mismo tiempo la mas cruel y veleidosa de todas, la diosa del destino.  Un viejo Chaman le dio las instrucciones para, por lo menos, poder acercarse a ella y verla en todo su esplendor, pero, le explico el viejo, estas instrucciones le iban a costar la vida al desdichado enamorado, pero ante perspectiva de ver con… Leer más

Ella.Por Rick Gotar

“ La goleta se desplazaba con elegancia por el mar calmo de ese día, el sol estaba largando sus últimos rayos en el horizonte cuando el Capitán se hizo presente. “  ¡ Oh ! Capitán no subió en todo el día al timón ” dijo el contramaestre. “ Si, es así. Me he dedicado a pensar casi todo el día pero he subido a ver esta hora poderosa para obtener un poco de energía ” largó el Capitán. “  ¿ Tal vez un cambio de rumbo ? “ dijo el contramaestre “ No todavía, bien sabe Ud. mi querido contramaestre… Leer más

La doctora Corquete. Por José María Araus

   Lola Corquete, la brava fundadora de aquella “Asociación Feminista Radical”, era una mujer con una inteligencia y un tesón dignos de elogio. Desde que empezó sus estudios de medicina, tenía en la cabeza la especialidad que deseaba ejercer, pero a pesar de sus brillantes estudios, tal especialidad siempre se le resistió. Sus padres le aconsejaban que escogiera otra, pero ella se resistía.    ?Mujer, ¿por qué no quieres ser médica de niños? —le decía su madre.    ?Pues donde estén pulmón y corazón que se quiten todas las demás especialidades; eso sí que es una cosa seria ?le aconsejaba… Leer más

Barrenando. Por hijadecristalero

Las angustias económicas me resultarán rentables para algo que estoy escribiendo. Pero provocan que mi hija me mire preocupada cuando paseo por el salón como un animal recién enjaulado. – ¿Qué te pasa? – Nada, estoy barrenando. Deja de mirar la tele y me sigue con su mirada de yo confío en ti, mami. Entonces me siento ante el ordenador, que levanta una pantalla entre ella y yo, y finjo que estoy haciendo algo mientras barreno a gusto. Pero, como estoy a lo mío, no me doy cuenta de que suspiro y resoplo. – ¿Por qué estás enfadada? –pregunta mi… Leer más

Punto final. Por Marcelo Galliano

Y entonces ninguna culpa por el alivio, por concluir el rancio ritual de la congoja. Si nada fue gratis…: la carga incomprensible de verla irse, de saber que era temprano pero tarde, de imaginar su mirada improbable en la habitación 28. “El padre de”, ese era mi nombre. Tanta veces tuve ganas de apuntar a los entrecejos de esos tipos de blanco y perforarlos con: “¿padre de qué?” No; no había fuerzas para tanto reproche, las que quedaban se iban en cada Gitanes babeado en las vigilias de esos pasillos- donde fumar era cantarle un falta envido a la muerte-,… Leer más