Historia de un alemán. Por Brisne

«Todos los baluartes habían caído, era imposible cualquier tipo de resistencia colectiva y la oposición individual era una mera forma de suicidio. Nos habían perseguido hasta llegar a las últimos recovecos de nuestra vida privada, en todos los ámbito reinaba un estado de desbandada, una huida confusa de la que no sabía dónde iba a terminar.» Sebastian Haffner escribió en Historia de un alemán, sus memorias, sus vivencias en Alemania desde 1914 hasta 1933. Llegar a libros de este tipo no es sencillo, fundamentalmente porque se esconden fuera de las listas de más vendidos o de novedades. Yo he llegado… Leer más

El lenguaje y el cuerpo (1). Por Santiago Tracón

La semana pasada asistí a la 40 Rencontre Québècoise International des Écrivains en Montréal. Fueron tres días de intensos debates y reflexiones sobre el tema Que veut la littérature, aujourd’hui?, cuyas sesiones fueron retransmitidas en directo por la radio, algo sorprendente para quien viene de un país donde cada día se desprecia más la cultura y la literatura en los medios de comunicación. Tuve la satisfacción, además, de leer en español y en francés, en un acto público, algunos poemas de mi libro Desvelos de la luz y el relato El pájaro en su rama (L’oiseau dans sa branche). Para… Leer más

Niños feroces. Por Brisne

«Nada temía, porque tampoco tenía de la guerra otra oportunidad de ir a devolver el golpe y la visita que el comunismo soviético les había hecho a los suyos poco antes. Era joven, se sentía invulnerable, y si por un azar caía, pues se iría, como decía la canción, y nada habría que llorar ni lamentar. Llorando y lamentandose había estado hasta entonces. Ahora podía empezar la lucha, la vida» Enfrentarse a Niños feroces es sencillo y complicado. Sencillo porque es un libro de lectura rápida en el que un profesor de un taller literario le cede una historia fascinante… Leer más

Sant Jordi 2012. Por Juan Carlos Cubeiro

El día del libro y de la rosa, que homenajea a los dos más grandes de la literatura, William Shakespeare y Miguel de Cervantes. Me encanta esta jornada tan civilizada, con las calles llenas de libros y las personas regalando rosas… ¡Qué preciosa tradición! Otros años he estado en Barcelona firmando libros (no en esta ocasión); en esta he venido a trabajar por la tarde y volverme a Madrid. He tomado el AVE a Barcelona (aunque Sant Jordi se celebra, especialmente en la ciudad condal, es día laborable). Tengo una serie de libros para leer estos días, empezando por Cada… Leer más

El asesino hipocondríaco. Por Brisne

Eso es imposible, señor Blanstein, yo soy un hombre de moral kantiana. Inmanuel Kant decía que se obrase sólo de forma que se pudiera desear que todo el mundo actuase de ese mismo modo. Y a mí no me guastaría pagarle a un asesino profesional para que matase a alguien, y que se fuera con mi dinero a otra parte.   Me creo una mujer relativamente sana. Pero fue comenzar a leer El asesino hipocondríaco de Juan Jacinto Muñoz Rengel y empezar a sentir picazón por todo el cuerpo y lagrimear mis ojos. De inmediato fui a medirme la presión… Leer más

¿Por qué o para qué escribimos? Por Mar Solana

“En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las letras; sólo la magia de los artesanos de la palabra que intentan comunicar”. Hace unos treinta y nueve años aprendí a leer y a escribir. Creo que fue entonces cuando me encontré por primera vez, frente a frente, con un gran tesoro. Las letras, auspiciadas por las rayitas de mis recién estrenados cuadernos de caligrafía, se movían de mi mano al compás de una danza mágica. Les gustaba bailar en grupitos y así nacían muchas palabras que, ávidas, se buscaban unas a otras para enseñarme los vericuetos de fantasía… Leer más

Amor en tiempos de sueros. Por Ana Mª Tomás Olivares

Mi padre, un venerable anciano de ochenta y seis años, entró apresuradamente en la habitación compartida del hospital. No pareció ver a nadie salvo a su mujer, al menos obvió todo saludo reglamentario hasta después de haber cubierto de besos la cara postrada de mi madre. Sólo entonces reparó en mí y en los acompañantes de la otra enferma que compartía habitáculo y saludó amablemente tras excusar sus modales. Los “acompañantes” no sólo sonrieron, sino que quedaron… ¿sorprendidos? del amoroso gesto de mi padre. A él acababan de darle el alta médica tras haber pasado toda la noche en urgencias… Leer más