Con modestia, la modestia. Por Verónica Victoria Romero Reyes

Con modestia, la molestia
se sacude el polvo de tontura enamorada.

No era cielo y sí nimbo extraño.
No era océano y sí ríada.

Con prudencia, la querencia
saliva puyazo,
con esquirla de escozores,
en decadencia.

¿Injerencia?
Nunca quise yo quebrar el trazo de tu estela.

Yo por alma te he pensado
y en mi juicio no entró nunca duda.

Pero, con modestia, la molestia,
que soy yo sin querer siendo,
deja disfraz de oveja
para vestir el de la bestia.

Tengo yo el tonto orgullo
de saber irme aún quedándome.

Ya no busquen lo que ayer era
donde nada queda de lo que fui.

La molestia, sin modestia,
se ha cansado de ver fingir.
Y tengo yo el noble orgullo
de poder irme aún estando.

Asociación Canal Literatura

Verónica Victoria Romero Reyes
Blog de la autora
De tu voz la travesura.
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