El canon digital, el precio de la mediocridad. Por Brujapiruja


Nadie sabe bien a dónde van a parar estos recursos que el gobierno impone a los ciudadanos por utilizar soportes digitales. Aunque se apuntan los destinatarios, no está nada claro. Desdeluego a poetas y escritores que vagan dando recitales y autopublicando sus obras no les llega nada.

Los creadores que se protegen así, demuestran que sus creaciones (por llamarlas de algún modo) no tienen otra forma de salir adelante, es decir, no triunfan ni llegan al gran público, por eso cobran de antemano, por si los copian (que más quisieran ellos), porque no venden.
Imagino que Madonna o Barbara Streisand y otros tantos más no necesitan de estas leyes para ganar lo suficiente con su trabajo, primero porque trabajan y segundo porque son buenas profesionales.

Que un gobierno se preste a esta recaudación “por si acaso” es un afrenta al consumidor que no tiene explicación alguna más que la de proteger a unos parásitos que no saben ganarse la vida trabajando, como todo el mundo.

Porque crear, señores de la SGAE, creamos todos, empresas, puestos de trabajo, expresiones de arte alternativas, formatos nuevos, técnicas, soluciones, inventos, etc… etc… y los que son buenos se venden también en Internet, pero ni son rentables de por vida y mucho menos por anticipado.
Este canon sólo demuestra la mediocridad y la desvergüenza más patente de quien no sabe trabajar ni competir.

Brujapiruja

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Un comentario

  1. Canon digital: los favores hay que pagarlos

    Zapatero no ha dudado en utilizar a su favor a representantes del denominado mundo de la cultura, parece que con ello pretend

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