“Los españoles sólo se acuerdan de su patrimonio cultural cuando lo pierden”
El Códice del Peregrino es la última novela de José Luis Corral, prolífico autor aragonés que nos habla de la desaparición del Códice Calixtino en Santiago el 7 de Julio de 2011. Corral nos presenta su teoría, el robo por encargo. Una posibilidad. Un encargo por parte de un ultracatólico francés, Jacques, por la nada despreciable cantidad de un millón de euros. Aunque ahí viene la primera sorpresa, al menos a mí me ha sorprendido, que algo valorado en seis millones de euros se robe por la sexta parte, pero claro que ingresen en tu cuenta un millón de euros es una manzana que algunos morderían.
Los encargados del robo son una pareja de argentinos. Llama la atención, a mí me la ha llamado, que no sólo se dediquen al robo impecable sino que ella necesite el saber por qué ha de robar ese libro y es ahí en la búsqueda de la causa dónde se lanzan teorías un tanto aventuradas, a mi al menos me lo han parecido. Teorías entorno a la virginidad de María o la concepción de Cristo. Teorías que incluyen un segundo matrimonio de María, la aparición de hermanos de Cristo o que el padre de Cristo fuese Herodes el Grandes. Teorías probablemente documentadas tanto en la Biblia como en los evangelios apócrifos. Pero no dejan de ser sorprendentes en el contexto de la novela. Entorno al Códice Calixtino también hay teorías, y alguna sorprende, sabemos que es un código escrito sobre piel de animal, en el siglo XII y plantea que está reescrito sobre un anterior del siglo I. Me extraña que se conserven tanto tiempo y se reescriba sobre ellos. De todos modos y fuera de disquisiciones históricas la novela, como todas, puede leerse de varios modos. Ya saben quienes me conocen que a mi las novelas históricas no me gustan en exceso, así que abordé la novela como eso como una novela quitando la connotación histórica, y pensaba encontrarme con otra cosa. Al final me descubrí leyendo con una sonrisa en la boca, por mil razones, por que el hecho de que existan organizaciones malvadas me hace reír, porque pensar que en el interior del Código Calixtino está la clave que hará caer la Iglesia, aunque sea el evangelio de Santiago el Menor, me provoca una sonrisa. La aparición de una tirita que no sirva de nada, aunque tenga las huellas del ladrón, aunque aparezca en la escena del crimen me hace como poco sonreír. No entro ni en la oportunidad del libro ni en el encargo, que estoy casi segura que ocurrió, pero no he podido evitar calificarlo como un libro de humor. Es divertido leer una novela histórica de este modo, eso no siempre pasa. Pueden elegir como leerla. Yo me he reído muchísimo.
Brisne
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Brisne Entre Libros“
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