«No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todo el mundo hace trampa».
François Mauriac.
La vida es un milagro sometido a los avatares de un influjo incierto, vulnerable. Es una balanza en constante equilibrio, una romana. Es caminar sobre el filo de un cuchillo sin cortarse o sobre una cuerda floja sin precipitarse al vacío. Llegamos a ella por el túnel del tic tac y con las manecillas de su inmisericorde condición lamiéndonos los talones. Algunas estancias de la vida tienen las ventanas cerradas para que no nos piquen las risas y no enfermemos de alegría, a cambio nos ofrecen un gran sofá tapizado con dolor…
El dolor es un río repleto de peces que boquean en agua estancada, es una corriente que fluye densa, salpicando siempre el mismo tronco…abriéndose paso entre hojarascas, ramas pétreas y corazones que agonizan entre los estertores de charcos pútridos y macilentos…
El dolor es la pasión amordazada, la misma que riega el abismo de la angustia con globos de colores, tarta de chocolate y galletas de vainilla. La que nos inocula las fuerzas para soplar al rugoso miedo y a la rasposa desidia como si fueran gráciles vilanos…
El dolor es un territorio comanche, es un cuerpo a tierra de nadie, un entre aquí y allá, un rumbo a la deriva; es como cruzar un puente levadizo que se bambolea a cada paso y te paraliza con miles de cadenas.
El dolor es un aguijón que te corroe el alma, te arredra el ánimo y te taladra el sentimiento. Es un vita lamia que se nutre con tu rabia y te deseca las intenciones; envuelve en papel de regalo tu confusión y le pone velitas. Sus mejores galas están cosidas con grandes puntadas de rigidez y dobladillos de tristeza.
El dolor es una anciana con destellos de plata que vio pasar muchos trenes cargados de ilusiones deportadas, esperanzas rotas y heridas sin cicatrizar… Nunca divisó los vagones correctos, los caramelos de colores o los payasos sin ojeras. Le gusta sentarse en los bancos de piedra, pintar lágrimas y susurrar historias de payasos huérfanos de niños, risas y serpentinas de colores.
Mar Solana
Blog de la autora
Cuadro:»Dolor del alma» por Hermel Orozco.
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Gracias por tu cercan