En español, si, en la ciudad de Braunschweig, al norte de Alemania, pero todas hablando en Español aunque dominen varias lenguas más y tengan distintas nacionalidades. Hablar el mismo idioma crea muchas complicidades, proximidad y un ambiente cálido por muy frío que sea el clima, incluso rodeadas por el decorado de un restaurante japonés.
Las conversaciones entrecruzadas eran un manantial de historias personales llenas de aventuras y emociones, de vivencias únicas que revolotearon por la mesa compartida con la chispa que despierta el interés, la curiosidad y la comprensión mutua de vidas muy distintas. Ilusiones, dudas, miles de preguntas, opiniones, encuentros y desencuentros con una cultura diferente en la que cada una se ve inmersa por diversas circunstancias y en la que casi siempre el amor ha tenido algo que ver. Y es que el amor, es el idioma universal.
Probablemente me he perdido la visión de alguna hermosa piedra en algún edificio emblemático de la ciudad , pero ¿qué es una ciudad sin aquellos que la habitan?
Vengo emocionada, agradecida por la espontaneidad y el agrado de estas mujeres especiales y únicas que han dejado una muesca alemana en mi corazón donde guardo todo lo bueno que me han brindado abierta, afectuosamente y en español.
Mª José, Matilde, Susana, María, Lourdes, Pilar, Tamara, a todas, incluso a las que no pudieron acercarse, gracias infinitas y un fuerte abrazo desde España.
Mª Luisa Nuñez
Haddass