Ferragosto. Por Brujapiruja

Amanece y el mar está tranquilo. Una suave brisa recorre la playa mientras algunos caminan mirando el horizonte, sortenado a los últimos pescadores que regogen los bartulos y las cañas. El sol asoma anunciando un día caluroso, aún así los corredores hacen sus kilometros diarios entre los ciclistas que pedalean antes de que la playa empieze a recibir visitantes poco a poco, sombrillas, toallas y bañistas.
Se pisa la tierra, la arena y el cesped, también se forman pequeñas tertulias entre juegos de palas y castillos de arena.
Apenas es mediodía y la playa rebosa actividad, tablas peleando con las olas, algún barco velero, motos, lanchas y pequeñas colchonetas que se resisten a sujetarnos.
Un ambiente energético y revitalizante, corrillos entre olas, sosiego, un pequeño aperitivo y aún son solo las dos. Aquí el día da mucho más de si que en las ciudades, aún queda la comida, la siesta la partida de dominó o las cartas, el café y más tertulias, mas juegos infantiles, más playa vepertina que sólo empieza a despejarse cuando el sol anuncia retirada. Y aún son las nueve.
Es quince de Agosto y todavía queda una larga noche veraniega hasta el nuevo amanecer.

Brujapiruja

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4 comentarios

  1. Un poco de magia, un mucho de reflexi

  2. Y tu querida Mercedes que sabes apreciar los momentos sencillos como un privilegio que se nos ofrece diariamente.
    Esa es la magia de algunos corazones, como el tuyo.
    Besos

  3. El reflejo de la luna platea el agua y el caminante por la orilla despide al dia junto al murmullo de las olas que se agotan en la arena. El caminante deja su huella hasta una peque

  4. Palabras que dibujan imagenes evocadoras llenas de magnetismo.
    Gracias Boscan, las disfruto con todos los sentidos, como tu disfrutas deslizando tu pluma para dejarnos estos hermosos textos.
    Besos veraniegos:))

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