—¿Quieres salir conmigo?—le preguntó él.
Se imaginó lo que pasaría. Ella le daría su teléfono. Él la llamaría dos días más tarde. Irían a ver una película. Después elegirían un buen restaurante para cenar. Entre plato y plato sus pies se entrelazarían bajo la mesa. Un beso daría paso a otro. Concluirían la velada en casa de él. Tendrían sexo tan apasionadazo que asustarían a los vecinos y harían añicos los muelles de la cama. En una decisión impulsiva se irían a vivir juntos, pensarían en tener hijos y formarían una familia. Se hipotecarían para el resto de sus vidas y tendrían dos niños; Javier y Álvaro. Él la engañaría con su secretaria y ella terminaría sola, sentada en un tajo de la cocina, embutida en una toalla, apurando ebria una botella de champán y comiendo centollos que partiría con un martillo.
Rubén Gozalo Ledesma
Relato seleccionado en el certamen Calle del Sol de Microrrelatos 2010
Fuente: Taller Literario.net